lunes, 9 de junio de 2025

Preparación para la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús - Día 15

Oraciones iniciales para todos los días

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque, pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén

Oración al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María tu amadísima Esposa (tres veces para glorificar la Santísima Trinidad).

Consagración a la Virgen María

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad!, guárdame y protégeme como hijo y posesión tuya. Amén.

Oración a San José (Papa León XIII)

A Vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y, después de invocar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio.

Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos volváis benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.

Proteged, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción; asistidnos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el poder de las tinieblas; y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora, defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad. Amén

Rosario del Sagrado Corazón de Jesús

En las cuentas grandes:

Te adoramos, oh Jesús, que fuiste afligido hasta el exceso en el Huerto, y que ahora todavía eres tan cruelmente ultrajado por los impíos en el Santísimo Sacramento. Reconocemos, ¡oh amable Salvador!, que Tú eres el solo Santo, el solo Señor y el solo Altísimo.

En las cuentas pequeñas:

V. Yo te adoro, Sacratísimo Corazón de Jesús.
R. Abrasa mi corazón en el divino amor en que te abrasas.

En vez del Gloria:

V. Jesús, manso y humilde de Corazón.
R. Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Al final del rosario se reza un Padrenuestro, un Ave María y la siguiente oración:

Jesucristo Dios que, por un inefable milagro de caridad, te dignaste entregar tu Corazón a los hombres a fin de ganar enteramente sus corazones, escucha nuestras humildes súplicas y perdona nuestros pecados, de los cuales nos reconocemos culpables delante de Ti; echa una mirada compasiva a todos aquellos a quienes consagras los afectos de tu tan amable Corazón. Ya que lloramos y detestamos de todo corazón los impíos ultrajes, los desprecios, burlas y sacrilegios con que hombres ingratos te ofenden en todas las partes del mundo; haz que honrándote dignamente en el adorable misterio de nuestros altares, estemos animados de los sentimientos de tu Corazón Sagrado, y que durante toda la eternidad alabemos dignamente el amor que nos ha tenido tu Divino Corazón. Te lo rogamos, a Ti que vives y reinas con el Padre y en unión del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Padre eterno, Dios de los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

A cada invocación responderemos: ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, 
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre, 
Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo de Dios,
Corazón de Jesús, de majestad infinita, 
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo, 
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo, 
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, 
Corazón. de Jesús, lleno de bondad y de amor, 
Corazón de Jesús, abismo de todas las Virtudes, 
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza, 
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, 
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad, 
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus complacencias,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, 
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, 
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia,
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, 
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, saciado de oprobios, 
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, 
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús; traspasado por una lanza, 
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación, 
Corazón de Jesús, Vida y resurrección nuestra, 
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, 
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, 
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren, 
Corazón de Jesús delicia de todos los santos, 

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

V Jesús manso y humilde de corazón.
R Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Oración

Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu amadísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te dio en nombre de los pecadores, y concede propicio el perdón a los que imploran tu misericordia, en nombre de tu mismo Hijo Jesucristo, que Contigo Vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

Meditación Correspondiente

DÍA 15 - Conságrate a mi Sagrado Corazón, porque es arma poderosa contra el demonio

Hijo, conságrate a mi Sagrado Corazón porque es arma poderosa contra el demonio; mi fuerza divina desciende sobre ti y te hace batallador contra las potestades del infierno. Has de saber que cuando un alma se consagra a mi Sagrado Corazón regocija todo mi ser divino; por eso, no esperes más, hazte apóstol de mi Sagrado Corazón.

La consagración es un pacto de amor entre el alma, dispuesta a hacerse reo de mi amor divino, y Yo, que seré el Soberano, el Rey Poderoso que tratará a cada uno de los súbditos con extremada misericordia y bondad.

La consagración a mi Sagrado Corazón es arma poderosa contra el demonio; él huye de inmediato, porque no puede resistir las dulzuras y bondades de mi Divino Corazón.

Hijo, camina en dirección hacia Mí, no te desvíes ni a derecha ni a izquierda; quiero que contribuyas en el reinado de mi Sagrado Corazón en toda criatura, en toda la tierra.

La consagración a mi Sagrado Corazón te preserva contra el pecado mortal, porque produce en el alma un efecto maravilloso que te lleva a deleitarte en los misterios celestiales, te lleva a un abandono excesivo en mi misericordia.

La consagración a mi Sagrado Corazón produce en el alma una transfiguración espiritual, mi luz irradia todo el ser; mi luz divina ilumina la conciencia de los hombres. Por eso, toma el pecado como epidemia mortal; por eso, toma el pecado como flagelo que ha llevado a la condenación a infinidad de almas.

La consagración a mi Sagrado Corazón preserva el alma del pecado mortal, porque Yo mismo le atraigo hacia Mí con los rayos de mi divina misericordia y de mi divina justicia; Yo mismo le sumerjo en la herida abierta de mi sagrado costado para que llegue al puerto seguro de mi Divino Corazón y se sienta protegido contra todos los espíritus del mal.

La consagración a mi Sagrado Corazón hace entrar a las almas por las sendas de la perfección, perfección necesaria para heredar el Reino de los cielos.

Hijo, si estás decidido a ser apóstol de mi Sagrado Corazón, deja a un lado la mediocridad; la mediocridad no va con los hijos de Dios; hazte fuerte para emprender el camino de la Virtud y de la santidad. Pídeme que embellezca tu alma con las virtudes que engalanan mi Divino Corazón, sembraré en tu interior semillas que produzcan frutos abundantes en tu vida espiritual.

Sé perfecto como el Padre Celestial es perfecto; mantente vigilante y despierto, para que tus debilidades y tus defectos no opaquen la luz divina que suele penetrar en las almas perfectas y buenas.

La consagración a mi Sagrado Corazón es fermento de paz; en mi Sagrado Corazón hallarás deleite y gozo, en mi Sagrado Corazón hallarás la ciencia que te hace sabio; en mi Sagrado Corazón navegarás por el océano infinito de mi misericordia divina, la turbación no puede entrar en ti; en mi Sagrado Corazón hallarás descanso, quietud, desahogo del alma.

La consagración a mi Sagrado Corazón es llave de oro que abre las puertas de mi Divino Corazón; quiero que te sumerjas en este océano infinito de amor y de paz. Apártate de las cosas del mundo, compórtate como si fueses un ángel descendido del cielo en la tierra. Si quieres descubrir el océano infinito de amor, de bondad, de misericordia y de justicia, conságrate a mi Sagrado Corazón, entregará en tus manos las llaves de oro con las que podrás abrir de par en par las puertas de mi Divino Corazón; Corazón que es hoguera de amor para todos los hombres, Corazón que es escondite divino para cuando te sientas perseguido, Calumniado; Corazón que es asilo de protección cuando estés en alto riesgo de perderte o de condenarte. Corazón que es tribunal de misericordia para cuando te sientas ajusticiado, señalado.

La consagración a mi Sagrado Corazón es prenda de predestinación; es un contrato celebrado entre mi Divino Corazón y el alma fiel, quien asegura su salvación. Mi Sagrado Corazón es prenda segura de salvación para las almas. 

Si estás dispuesto a dejarlo todo por Mí, si estás dispuesto a abrazar mi cruz y a vivir según mi Evangelio: corre tras mis huellas, me dejaré encontrar por ti, te daré a conocer el lugar donde vivo. Entiende que el mundo ha llevado a la condenación a infinidad de almas, el mundo ha arrebatado de mis brazos paternales a muchísimos de mis hijos. Pobres almas que han creído encontrar la felicidad en las cosas del mundo, porque lo que han hallado son desgracias e inquietud al corazón. 

Mi Sagrado Corazón es asilo seguro en la hora de la muerte. Mira que te estoy revelando Secretos escondidos; mira que te estoy mostrando las bondades de amor que contiene mi Sagrado Corazón; pero eres libre de caminar por el camino del bien o del mal, no coacciono a las almas, doy total libertad para que elijan las obras de la luz o de las tinieblas. Solo sé que mi Sagrado Corazón es refugio para todos los pecadores: siempre estaré esperando a todas las ovejas perdidas para abrazarlas y, con el óleo bendito que brota de mis sagradas llagas, sanar sus heridas. Todos los devotos y consagrados a mi Divino Corazón no perecerán jamás.
 
Oraciones finales para todos los días

Consagración diaria al Sagrado Corazón de Jesús

Oh Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, os consagro toda mi vida y todo mi ser; desde el día de mi santo Bautismo, toda mi vida os pertenece. En el corazón Inmaculado de María, os consagro mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón. Os consagro mi entendimiento, mi memoria y mi voluntad, también la imaginación, toda alegría, todo sufrimiento, y toda mortificación; en una palabra, todo mi ser; y ya que en María, con María, por María y para María, soy todo vuestro; guardadme protegedme y dadme vuestro Sagrado Corazón, para toda mi vida y toda la eternidad. Amén.

Oración final

¡Oh, Corazón Divino de Jesús, digno de la adoración de los hombres y de los Ángeles! ¡Oh, Corazón inefable y verdaderamente amable! Digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes. Dame la gracia de reparar las injurias e ingratitudes proferidas a tu amante Corazón.

¡Oh, Corazón dulcísimo de Jesús! Yo te adoro con todas las fuerzas de mi corazón; te alabo y te ofrezco las alabanzas de todos los más amantes Serafines de la corte Celestial y todas las que pueda darte el Corazón de tu Santísima Madre. Amén. 

sábado, 7 de junio de 2025

Preparación para la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús - Día 14

Oraciones iniciales para todos los días

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque, pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén

Oración al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María tu amadísima Esposa (tres veces para glorificar la Santísima Trinidad).

Consagración a la Virgen María

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad!, guárdame y protégeme como hijo y posesión tuya. Amén.

Oración a San José (Papa León XIII)

A Vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y, después de invocar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio.

Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos volváis benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.

Proteged, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción; asistidnos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el poder de las tinieblas; y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora, defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad. Amén

Rosario del Sagrado Corazón de Jesús

En las cuentas grandes:

Te adoramos, oh Jesús, que fuiste afligido hasta el exceso en el Huerto, y que ahora todavía eres tan cruelmente ultrajado por los impíos en el Santísimo Sacramento. Reconocemos, ¡oh amable Salvador!, que Tú eres el solo Santo, el solo Señor y el solo Altísimo.

En las cuentas pequeñas:

V. Yo te adoro, Sacratísimo Corazón de Jesús.
R. Abrasa mi corazón en el divino amor en que te abrasas.

En vez del Gloria:

V. Jesús, manso y humilde de Corazón.
R. Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Al final del rosario se reza un Padrenuestro, un Ave María y la siguiente oración:

Jesucristo Dios que, por un inefable milagro de caridad, te dignaste entregar tu Corazón a los hombres a fin de ganar enteramente sus corazones, escucha nuestras humildes súplicas y perdona nuestros pecados, de los cuales nos reconocemos culpables delante de Ti; echa una mirada compasiva a todos aquellos a quienes consagras los afectos de tu tan amable Corazón. Ya que lloramos y detestamos de todo corazón los impíos ultrajes, los desprecios, burlas y sacrilegios con que hombres ingratos te ofenden en todas las partes del mundo; haz que honrándote dignamente en el adorable misterio de nuestros altares, estemos animados de los sentimientos de tu Corazón Sagrado, y que durante toda la eternidad alabemos dignamente el amor que nos ha tenido tu Divino Corazón. Te lo rogamos, a Ti que vives y reinas con el Padre y en unión del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Padre eterno, Dios de los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

A cada invocación responderemos: ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, 
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre, 
Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo de Dios,
Corazón de Jesús, de majestad infinita, 
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo, 
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo, 
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, 
Corazón. de Jesús, lleno de bondad y de amor, 
Corazón de Jesús, abismo de todas las Virtudes, 
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza, 
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, 
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad, 
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus complacencias,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, 
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, 
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia,
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, 
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, saciado de oprobios, 
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, 
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús; traspasado por una lanza, 
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación, 
Corazón de Jesús, Vida y resurrección nuestra, 
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, 
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, 
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren, 
Corazón de Jesús delicia de todos los santos, 

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

V Jesús manso y humilde de corazón.
R Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Oración

Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu amadísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te dio en nombre de los pecadores, y concede propicio el perdón a los que imploran tu misericordia, en nombre de tu mismo Hijo Jesucristo, que Contigo Vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

Meditación Correspondiente

DÍA 14 - Sé apóstol fiel de Mi Sagrado Corazón.

Hijo, hazte amigo fiel de Mi Sagrado Corazón. Sé Mi confidente de amor, tengo tantos Misterios para revelarte, tantas grandezas para mostrarte, pero exijo de ti humildad, pureza de corazón. 
 
Sé apóstol fiel de Mi Sagrado Corazón, así como lo fue San Juan Bautista que, movido por la Gracia del Cielo, predicaba: «Después de mí, viene El que Es más Poderoso que yo, ante quien yo no soy digno de inclinarme para desatarle la correa de las sandalias; yo os he bautizado en agua, pero Él os bautizará en el Espíritu Santo.» 
 
San José y Mi Madre Amada, también fueron apóstoles de Mi Sagrado Corazón. Ellos fueron Mis protectores en la tierra. 
 
Los Tres Reyes de Oriente Me hallaron con Mi Madre, y postrados Me adoraron, y Me ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra. 
 
Mira al anciano Simeón y a la profetisa Ana. Este hombre justo y temeroso de Dios había recibido la revelación del Espíritu Santo, de que no moriría antes de ver al Cristo o Ungido del Señor. Asimismo, Ana, llegando en aquel mismo momento, alababa a Dios y hablaba de Él a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Experimentaron gozo en el alma al sentir cómo los latidos de Mi Divino Corazón, se unían a los suyos. 
 
¿Y qué decir de los amigos de Betania? Lázaro, Marta, en especial María, se deleitaban de amor ante Mi Presencia; sus sentidos se extasiaban en la adoración y en contemplación. Paso a paso iban descubriendo las riquezas insondables de Mi Sagrado Corazón. María se postraba a Mis pies, Mis Palabras aceleraban los latidos de su corazón. Mis Palabras le recreaban, le extasiaban su alma de paz. 
 
La samaritana supo descubrir la fuente inagotable del Agua Viva, el océano infinito de Misericordia de Mi Sagrado Corazón. Degustó de Mi Presencia, y nuestro encuentro renovó su corazón. 
 
Los apóstoles supieron dejarlo todo por Mí. Lo abandonaron todo porque sabían que en Mí lo encontrarían todo, absolutamente todo. 
 
San Juan, Mi discípulo amado, recostaba su cabeza en Mi Pecho Santo. Cada latido de Mi Divino Corazón era un: Te amo
 
San Francisco de Asís meditó los Misterios de Mi Sagrada Pasión; fue alma reparadora, víctima de Mi Sagrado Corazón. 
 
Santa Clara saludaba Mi Sagrado Corazón en el Santísimo Sacramento muchas veces al día. 
 
A Santa Gertrudis le permití en varios momentos reclinar su cabeza sobre Mi Pecho y oír los latidos de Mi Corazón. En una visión, en la Fiesta de San Juan Evangelista, Mi discípulo amado le comunicó que en los últimos tiempos estaría reservada la Gracia de oír la Voz elocuente de Mi Sagrado Corazón. A esta Voz, el mundo delimitado en el amor a Dios se renovará, se levantará de su letargo y será inflamado en la Llama de Mi Amor Divino. 
 
San Juan Eudes supo adorar Mi Divino Corazón, y rendirle grandes tributos al Corazón Inmaculado de Mi Madre. 
 
Santa Margarita María de Alacoque, Mi gran confidente, se extasiaba de amor en El Sagrario. Allí, los latidos de Mi Divino Corazón, brotados desde la Hostia Consagrada, elevaron su espíritu en contemplación; ella fue destinada para descubrirle a la humanidad entera la Riqueza de Mi Sagrado Corazón. A ella le manifesté Mis Dulzuras, Mi Ternura. Por medio de ella, llamo a todos los hombres a reparar las injurias y ultrajes que recibo de parte de muchos hombres. Porque Mi Corazón es traspasado por lanzas de desamor, de ingratitud. 
 
San Claudio de La Colombiere, humilde Sacerdote, confesor y director espiritual de Santa Margarita María de Alacoque, él también supo ser apóstol de Mi Sagrado Corazón; su corazón ardía de celo y amor por Mí. 
 
Beato Bernardo Francisco de Hoyos, primer apóstol de la Devoción a Mi Sagrado Corazón en España, al cual le dije: «Reinaré en España, y con más veneración que en otras partes.» 
 
La Beata María del Divino Corazón, alma a la que también le hice sentir y experimentar el Amor que contenía Mi Sagrado Corazón. Por medio de ella hice que el mundo entero fuese Consagrado a Mi Sagrado Corazón. 
 
Los mártires de Mi Iglesia, ellos derramaron su sangre y dieron su vida por Mí. Estas almas privilegiadas supieron ser apóstoles de Mi Sagrado Corazón. ¿Quieres descubrir la gran Ciencia que contiene Mi Sagrado Corazón? Si quieres, te abriré el Libro de Oro de Mi Sagrado Corazón, para que te hagas sabio. 
 
Y hoy, tengo tu nombre escrito en el libro de oro de mi Divino Corazón; porque, una vez consagres tu vida totalmente a Mí, haré de ti apóstol de mi Sagrado Corazón porque eres humilde, porque tienes corazón de niño; te revelo los misterios ocultos, escondidos.

Hijo, espero que mis lecciones de amor despierten en ti piedad, fervor, ansias en amar y adorar mi Divino Corazón; y rendirle todos los tributos y los homenajes al Dios escondido en la Hostia Consagrada.
 
Oraciones finales para todos los días

Consagración diaria al Sagrado Corazón de Jesús

Oh Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, os consagro toda mi vida y todo mi ser; desde el día de mi santo Bautismo, toda mi vida os pertenece. En el corazón Inmaculado de María, os consagro mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón. Os consagro mi entendimiento, mi memoria y mi voluntad, también la imaginación, toda alegría, todo sufrimiento, y toda mortificación; en una palabra, todo mi ser; y ya que en María, con María, por María y para María, soy todo vuestro; guardadme protegedme y dadme vuestro Sagrado Corazón, para toda mi vida y toda la eternidad. Amén.

Oración final

¡Oh, Corazón Divino de Jesús, digno de la adoración de los hombres y de los Ángeles! ¡Oh, Corazón inefable y verdaderamente amable! Digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes. Dame la gracia de reparar las injurias e ingratitudes proferidas a tu amante Corazón.

¡Oh, Corazón dulcísimo de Jesús! Yo te adoro con todas las fuerzas de mi corazón; te alabo y te ofrezco las alabanzas de todos los más amantes Serafines de la corte Celestial y todas las que pueda darte el Corazón de tu Santísima Madre. Amén.  

Preparación para la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús - Día 13

Oraciones iniciales para todos los días

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque, pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén

Oración al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María tu amadísima Esposa (tres veces para glorificar la Santísima Trinidad).

Consagración a la Virgen María

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad!, guárdame y protégeme como hijo y posesión tuya. Amén.

Oración a San José (Papa León XIII)

A Vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y, después de invocar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio.

Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos volváis benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.

Proteged, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción; asistidnos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el poder de las tinieblas; y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora, defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad. Amén

Rosario del Sagrado Corazón de Jesús

En las cuentas grandes:

Te adoramos, oh Jesús, que fuiste afligido hasta el exceso en el Huerto, y que ahora todavía eres tan cruelmente ultrajado por los impíos en el Santísimo Sacramento. Reconocemos, ¡oh amable Salvador!, que Tú eres el solo Santo, el solo Señor y el solo Altísimo.

En las cuentas pequeñas:

V. Yo te adoro, Sacratísimo Corazón de Jesús.
R. Abrasa mi corazón en el divino amor en que te abrasas.

En vez del Gloria:

V. Jesús, manso y humilde de Corazón.
R. Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Al final del rosario se reza un Padrenuestro, un Ave María y la siguiente oración:

Jesucristo Dios que, por un inefable milagro de caridad, te dignaste entregar tu Corazón a los hombres a fin de ganar enteramente sus corazones, escucha nuestras humildes súplicas y perdona nuestros pecados, de los cuales nos reconocemos culpables delante de Ti; echa una mirada compasiva a todos aquellos a quienes consagras los afectos de tu tan amable Corazón. Ya que lloramos y detestamos de todo corazón los impíos ultrajes, los desprecios, burlas y sacrilegios con que hombres ingratos te ofenden en todas las partes del mundo; haz que honrándote dignamente en el adorable misterio de nuestros altares, estemos animados de los sentimientos de tu Corazón Sagrado, y que durante toda la eternidad alabemos dignamente el amor que nos ha tenido tu Divino Corazón. Te lo rogamos, a Ti que vives y reinas con el Padre y en unión del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Padre eterno, Dios de los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

A cada invocación responderemos: ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, 
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre, 
Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo de Dios,
Corazón de Jesús, de majestad infinita, 
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo, 
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo, 
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, 
Corazón. de Jesús, lleno de bondad y de amor, 
Corazón de Jesús, abismo de todas las Virtudes, 
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza, 
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, 
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad, 
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus complacencias,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, 
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, 
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia,
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, 
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, saciado de oprobios, 
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, 
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús; traspasado por una lanza, 
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación, 
Corazón de Jesús, Vida y resurrección nuestra, 
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, 
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, 
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren, 
Corazón de Jesús delicia de todos los santos, 

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

V Jesús manso y humilde de corazón.
R Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Oración

Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu amadísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te dio en nombre de los pecadores, y concede propicio el perdón a los que imploran tu misericordia, en nombre de tu mismo Hijo Jesucristo, que Contigo Vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

Meditación Correspondiente

DÍA 13 - Ten una devoción especial a los Santos Ángeles y a las Almas del Purgatorio.

Un día más de derroche de amor para ti. Un día más de nuestro encuentro. Te estaba esperando. Mi Divino Corazón es una Hoguera de Amor para todos los hombres. En Él encontrarás paz, quietud y espíritu de desahogo del alma. No te apartes jamás de las sendas que te llevan al bien. Vive Mi Evangelio, encarna Mi Palabra. Toma la Consagración a Mi Sagrado Corazón como un regalo de Mi Amor para ti. Cuánto deseo que el Reinado de Mi Sagrado Corazón impere en toda criatura. Cuánto deseo que todas las miradas de los hombres se centren en Mí. Hijo, si quieres agradarme aún más, si estás decidido a ser verdadero apóstol de Mi Sagrado Corazón, ten una devoción especial a los Santos Ángeles; ellos sí que son adoradores y reparadores de Mi Sagrado Corazón.
 
Haz pactos de amor con los Santos Ángeles. Ellos te librarán de peligros; ellos quitarán algunos obstáculos de tu camino, ellos te mostrarán las sendas que te conducen hacia Mí. Hazte amigo de ellos. Si quieres, forma una asociación con los Santos Ángeles y únete a su adoración y alabanza. Y desde lo profundo de tu corazón, alábame, glorifícame.

Haz ofrendas de amor a los Santos Ángeles. Pídeles que te guíen y que te enseñen a amar y adorar Mi Sagrado Corazón. Los Santos Ángeles están destinados a rendirme adoración y alabanza. Tú, ¿qué adoración y alabanza tienes para Mí en este día? La tomaré como una manifestación de tu amor por Mí. 
 
Los martes, haz oraciones dedicadas a los Santos Ángeles. Recuerda que tienes a tu lado el gran defensor, el gran batallador San Miguel Arcángel. Di, desde lo profundo de tu corazón, muchas veces: ¡Quién como Dios! ¡Nadie como Dios! Así mismo tienes a San Rafael. Cuando te sientas enfermo, pídele a él para que interceda ante el Tribunal de Mi Divina Misericordia, y Yo obraré en ti milagros, grandes manifestaciones de Mi Amor y de Mi Ternura. ¿Y qué decir del Arcángel San Gabriel? Él fue destinado para anunciarle a María Su gran misión: Ser la Madre de Dios. Allí, en Su Vientre Virginal fui plantado. 
 
Hijo, ten mucha devoción por las Almas del Purgatorio. Haz oraciones y sacrificios de amor a favor de ellas. Ofrece la Santa Misa, oración que es alivio en sus sufrimientos. Reza el Vía Crucis, el Santo Rosario. Medita los siete Salmos Penitenciales y las Letanías de los Santos, y si sientes la llamada puedes hacer el acto heroico o voto de almas. No te detengas, sigue avanzando en tu caminar. Pronto Me descubrirás, pronto podrás verme con los ojos de tu alma. 
 
La Consagración a Mi Sagrado Corazón obrará en ti una transformación espiritual que ha de ser notoria frente a los ojos de los hombres. Pero todo lo que hagas que sea sólo para honrar Mi Divino Corazón. Haz unos minutos de silencio, y medita en esta lección de amor. Recuerda, que los lunes están dedicados a las Almas del Purgatorio. 
 
Un medio eficaz que les propicia alivio en sus sufrimientos, es el rezo del Oficio de Difuntos. Ten en cuenta, que los martes están dedicados a honrar a los Santos Ángeles, compañeros inseparables en tu peregrinar en la tierra.

Oraciones finales para todos los días

Consagración diaria al Sagrado Corazón de Jesús

Oh Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, os consagro toda mi vida y todo mi ser; desde el día de mi santo Bautismo, toda mi vida os pertenece. En el corazón Inmaculado de María, os consagro mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón. Os consagro mi entendimiento, mi memoria y mi voluntad, también la imaginación, toda alegría, todo sufrimiento, y toda mortificación; en una palabra, todo mi ser; y ya que en María, con María, por María y para María, soy todo vuestro; guardadme protegedme y dadme vuestro Sagrado Corazón, para toda mi vida y toda la eternidad. Amén.

Oración final

¡Oh, Corazón Divino de Jesús, digno de la adoración de los hombres y de los Ángeles! ¡Oh, Corazón inefable y verdaderamente amable! Digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes. Dame la gracia de reparar las injurias e ingratitudes proferidas a tu amante Corazón.

¡Oh, Corazón dulcísimo de Jesús! Yo te adoro con todas las fuerzas de mi corazón; te alabo y te ofrezco las alabanzas de todos los más amantes Serafines de la corte Celestial y todas las que pueda darte el Corazón de tu Santísima Madre. Amén.  

Preparación para la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús - Día 12

Oraciones iniciales para todos los días

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque, pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén

Oración al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María tu amadísima Esposa (tres veces para glorificar la Santísima Trinidad).

Consagración a la Virgen María

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad!, guárdame y protégeme como hijo y posesión tuya. Amén.

Oración a San José (Papa León XIII)

A Vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y, después de invocar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio.

Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos volváis benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.

Proteged, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción; asistidnos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el poder de las tinieblas; y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora, defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad. Amén

Rosario del Sagrado Corazón de Jesús

En las cuentas grandes:

Te adoramos, oh Jesús, que fuiste afligido hasta el exceso en el Huerto, y que ahora todavía eres tan cruelmente ultrajado por los impíos en el Santísimo Sacramento. Reconocemos, ¡oh amable Salvador!, que Tú eres el solo Santo, el solo Señor y el solo Altísimo.

En las cuentas pequeñas:

V. Yo te adoro, Sacratísimo Corazón de Jesús.
R. Abrasa mi corazón en el divino amor en que te abrasas.

En vez del Gloria:

V. Jesús, manso y humilde de Corazón.
R. Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Al final del rosario se reza un Padrenuestro, un Ave María y la siguiente oración:

Jesucristo Dios que, por un inefable milagro de caridad, te dignaste entregar tu Corazón a los hombres a fin de ganar enteramente sus corazones, escucha nuestras humildes súplicas y perdona nuestros pecados, de los cuales nos reconocemos culpables delante de Ti; echa una mirada compasiva a todos aquellos a quienes consagras los afectos de tu tan amable Corazón. Ya que lloramos y detestamos de todo corazón los impíos ultrajes, los desprecios, burlas y sacrilegios con que hombres ingratos te ofenden en todas las partes del mundo; haz que honrándote dignamente en el adorable misterio de nuestros altares, estemos animados de los sentimientos de tu Corazón Sagrado, y que durante toda la eternidad alabemos dignamente el amor que nos ha tenido tu Divino Corazón. Te lo rogamos, a Ti que vives y reinas con el Padre y en unión del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Padre eterno, Dios de los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

A cada invocación responderemos: ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, 
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre, 
Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo de Dios,
Corazón de Jesús, de majestad infinita, 
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo, 
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo, 
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, 
Corazón. de Jesús, lleno de bondad y de amor, 
Corazón de Jesús, abismo de todas las Virtudes, 
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza, 
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, 
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad, 
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus complacencias,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, 
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, 
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia,
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, 
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, saciado de oprobios, 
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, 
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús; traspasado por una lanza, 
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación, 
Corazón de Jesús, Vida y resurrección nuestra, 
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, 
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, 
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren, 
Corazón de Jesús delicia de todos los santos, 

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

V Jesús manso y humilde de corazón.
R Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Oración

Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu amadísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te dio en nombre de los pecadores, y concede propicio el perdón a los que imploran tu misericordia, en nombre de tu mismo Hijo Jesucristo, que Contigo Vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

Meditación Correspondiente

DÍA 12 - Devociones que Honran Mi Divino Corazón

Hijo, sé un buen apóstol de Mi Sagrado Corazón. Recuerda que Mi Mirada de amor por ti siempre ha estado puesta en tu pequeñez. Hoy, quiero darte una lección de amor, porque tu preparación aún no ha terminado y necesito que seas un buen discípulo de la Escuela de Mi Sagrado Corazón. 
 
Un alma ferviente de Mi Sagrado Corazón ama a María, porque Mi Madre protege en la hora de la muerte. Los devotos de María Santísima forman una corona espiritual en el Cielo. Hijo, la Devoción a Mi Sagrado Corazón debe ir unida a la Devoción del Inmaculado Corazón de María. Recuerda que son Dos Corazones Unidos por un mismo Amor, y Traspasados por un mismo Dolor. 
 
Un apóstol de Mi Sagrado Corazón realiza actos de piedad que sean agradables a Mi Madre. Un apóstol de Mi Sagrado Corazón ofrece la Santa Misa, la Comunión cada mañana, como un homenaje de amor a la Santísima Virgen. Y si por algún motivo no puedes asistir al Santo Sacrificio de la Misa, ofrece comuniones espirituales; ellas son de Mi agrado.
 
Un apóstol de Mi Sagrado Corazón tiene gran devoción a la Inmaculada Concepción. Ella es Recinto de Pureza y Santidad, Ella es Modelo de toda Virtud. Su Vientre Virginal fue el primer, Sagrario viviente, el primer Tabernáculo caminante. Mi Madre embellecerá tu corazón, sembrará en tu interior rosas de exquisitos perfumes y de aromas finos. 
 
Un apóstol de Mi Sagrado Corazón tiene gran devoción a María, Madre de Dios. Desde Su Humildad, desde Su gran Pureza aceptó ser Madre del Hijo de Dios. Por lo tanto, es Madre de todos los hombres. Ella quiere prodigar Su Amor a todas las criaturas. Por eso, deja que te tome de Sus manos virginales. Ella es el camino seguro de encuentro Conmigo. 
 
Hijo Mío, como estás caminando por el camino angosto y pedregoso que te lleva al Cielo, como has sabido responder a Mis llamadas de amor, y como quieres ser un ferviente y decidido apóstol de Mi Sagrado Corazón, te pido que para el Día de la Anunciación te consagres al Inmaculado Corazón de María, tributándome honor y gloria por el Primer Latido de Mi Sagrado Corazón en Su Vientre Virginal. 
 
Un apóstol de Mi Sagrado Corazón tiene gran devoción a María, Madre de los Dolores. Su Doloroso Corazón está traspasado por espadas de dolor y de desamor. Medita en los Dolores de Su Purísimo Corazón y repara, porque no todos los hombres la aman; no todos la aceptan como Madre, y su indiferencia le hiere, le lastima. 
 
Un apóstol de Mi Sagrado Corazón honra a María como Madre de la Adoración y de la Reparación. Ella es prototipo de Oración. Te pongo como ejemplo de vida, hijo, ¿si quieres sentir a Mi Madre?, junto al Sagrario la encontrarás. Ella, como Madre de la Adoración y de la Reparación, te espera para que juntos consoléis y reparéis Mi Sagrado Corazón, porque no soy amado ni adorado por todos los hombres. No se Me rinden todos los hombres que, como Dios, Me merezco. 
 
Un apóstol de Mi Sagrado Corazón tiene una gran devoción al Inmaculado corazón de María. Devoción instituida para impedir que tantas almas vayan al infierno.
 
Un apóstol de Mi Sagrado Corazón tiene la devoción de Los 30 Días en honor a la Santísima Virgen. Treinta días, en que experimentarás Su Amor Maternal. Treinta días, en que te arropará dulcemente bajo los pliegues de Su Sagrado Manto. Treinta días, en que disfrutarás de Su compañía, y Su Amparo perdurará por el resto de tu vida. 
 
Un apóstol de Mi Sagrado Corazón, le rinde homenaje a Mi Madre por medio de la Letanías a Su Corazón Inmaculado; Corazón que es Refugio para los pecadores. 
 
Hoy, te bendigo, colmo tu corazón de Mi Paz, y lo perfumo con el óleo bendito que brota de Mis Sagradas Llagas. Haz también novenas dedicadas a honrar Mi Sagrado Corazón y a Mi Madre. Son medios que te santifican; son auxilios divinos que obrarán en ti un prodigio de amor.
 
Oraciones finales para todos los días

Consagración diaria al Sagrado Corazón de Jesús

Oh Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, os consagro toda mi vida y todo mi ser; desde el día de mi santo Bautismo, toda mi vida os pertenece. En el corazón Inmaculado de María, os consagro mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón. Os consagro mi entendimiento, mi memoria y mi voluntad, también la imaginación, toda alegría, todo sufrimiento, y toda mortificación; en una palabra, todo mi ser; y ya que en María, con María, por María y para María, soy todo vuestro; guardadme protegedme y dadme vuestro Sagrado Corazón, para toda mi vida y toda la eternidad. Amén.

Oración final

¡Oh, Corazón Divino de Jesús, digno de la adoración de los hombres y de los Ángeles! ¡Oh, Corazón inefable y verdaderamente amable! Digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes. Dame la gracia de reparar las injurias e ingratitudes proferidas a tu amante Corazón.

¡Oh, Corazón dulcísimo de Jesús! Yo te adoro con todas las fuerzas de mi corazón; te alabo y te ofrezco las alabanzas de todos los más amantes Serafines de la corte Celestial y todas las que pueda darte el Corazón de tu Santísima Madre. Amén. 

jueves, 17 de abril de 2025

Rosario Eucaristico


Guía: Queridos amigos, hoy Jesús nos invita a compartir un momento de intimidad con El. Ese Jesús, que está vivo y realmente presente en la Eucaristía quiere que le regalemos un poco de nuestro tiempo para amarlo, para alabarlo y para adorarlo. Hoy está aquí, frente a nosotros, sobre el altar, presente y vivo en ese pedacito de pan que ya no es pan, sino el Cuerpo Vivo de Cristo, que está esperando a que lo amemos, a que lo adoremos. Vamos a rezar juntos el Rosario Eucarístico, contemplando los misterios de la vida de Jesús, en los cuales nos revela y nos regala para siempre su cuerpo y su sangre hechos pan y vino. Cantamos: Alabado sea el Santísimo Sacramento.

1º Misterio: La multiplicación de los panes.

Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Guía: "En aquellos días, Jesús y sus apóstoles se retiraron en una barca a un lugar solitario para descansar. Pero muchos los siguieron desde todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Al llegar, Jesús sintió compasión de aquella muchedumbre y se puso a enseñarles muchas cosas. Era ya una hora muy avanzada cuando los discípulos se le acercaron y le dijeron: ‘Ya se hace muy tarde. Despídelos para que vayan a sus aldeas y puedan comer’. Jesús les contestó: ‘Dénles ustedes de comer’. Los disípulos preguntaron alarmados: ‘¿De dónde vamos a sacar para darle de comer a tanta gente? Tan sólo tenemos cinco panes y dos peces’. Entonces Jesús ordenó a la multitud que se sentara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los repartió entre los discípulos para que los fueran sirviendo. También repartió los peces. Todos comieron hasta saciarse, y con lo que sobró se llenaron doce canastos. Los que comieron los panes fueron unas cinco mil personas." (Mc 6,31-44)

Padrenuestro, diez Avemarías, Gloria

Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Guía: En la multiplicación de los Panes, Jesús quiere mostrarnos que el Pan que El nos va a regalar en la Eucaristía es para todos y cada uno de nosotros, para todos los que quieran recibirlo. Sin embargo, muchas veces despreciamos ese grandísimo regalo que El nos ha dejado y lo dejamos solo en el Sagrario, o esperando en la mesa a ser comido por nosotros. Vamos a aprovechar este momento para pedirle perdón por nuestra indiferencia, respondiendo a cada oración: "Ten misericordia de nosotros".

- Por nuestra indiferencia a Tí, que estás presente en cada comunión, te decimos...

- Por nuestras distracciones y faltas de atención en la Misa de cada domingo, te decimos...

- Por tantas comuniones que hemos recibido sin estar en gracia de Dios, te decimos...

- Por nuestras faltas a la Misa dominical y por el abandono de la confesión y la comunión frecuente, te decimos...

- Porque muchas veces nos olvidamos de Tí, Señor, te decimos...

- Por tantas veces que, pudiendo haberte venido a visitar, te dejamos solo en el Sagrario, te decimos...

- Por tantas veces que no quisimos ver tu luz y compartir el banquete de la Eucaristía, te decimos...

- Por no dar testimonio de tu amor entre nuestros amigos y familiares, te decimos...

- Por todas las veces que pudimos ayudar a que alguien se acercase a Tí en la Eucaristía, y no lo hicimos, te decimos...

- Por todos que en Tí no creen, no te adoran, ni te aman, te decimos...

Guía: Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El, que lo adoremos y que lo amemos. Cantamos: ¡Oh, buen Jesús!

2º Misterio: Jesús nos dice que El es el Pan de Vida.

Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Guía:"En aquel tiempo, la gente le preguntó a Jesús: ‘¿Qué debemos hacer para obrar como Dios quiere?’. Jesús les respondió: ‘La obra de Dios consiste en que crean en Aquel que El ha enviado’. Ellos entonces le dijeron: ‘¿Y qué señal nos das Tú para que viéndola creamos en Tí? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del Cielo les dio a comer’ Jesús les respondió: ‘En verdad, en verdad les digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo. Es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo, porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo’. Entonces le dijeron: ‘Señor, danos siempre de ese pan’. Y Jesús les contestó: ‘´Yo soy el Pan de la Vida. El que venga a mí no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed’." (Jn 6,28-35)

Padrenuestro, diez Avemarías, Gloria

Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Guía: Jesús nos dice que la obra de Dios consiste en que creamos en Aquel que el Padre ha enviado. Jesús nos dice que El es el Pan Vivo que ha bajado del Cielo, El es en quien debemos creer para agradar al Padre. Expresemos nuestra fe en Jesucristo respondiendo a cada oración: "En Tí creemos, Señor".

- Porque creemos, Jesús, que Tú eres el Pan Vivo que ha bajado del Cielo, te decimos...

- Porque creemos, Jesús, que Tú estás realmente presente en el Pan y el Vino que recibimos en la Eucaristía, te decimos...

- Porque creemos que en cada Eucaristía revivimos tu Pasión, Muerte y Resurrección, te decimos...

- Porque creemos Señor, que si comemos tu Cuerpo y bebemos tu Sangre tendremos Vida Eterna, te decimos...

- Porque creemos Señor Jesús, que tu Carne es verdadera comida, y tu Sangre es verdadera bebida, te decimos...

- Porque creemos Jesús, que al recibirte en la Eucaristía nos hacemos uno contigo y con tu Padre, te decimos...

- Porque creemos Señor, que al compartir la Eucaristía nos unimos a toda la Iglesia en un solo cuerpo, te decimos...

Guía: Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El, que lo adoremos y que lo amemos. Cantamos: Jesucristo, danos de este pan.

3º Misterio: Jesús nos promete que quien come su Cuerpo y bebe su Sangre, tendrá la Vida Eterna.

Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Guía: "En aquellos días, Jesús enseñaba a las muchedumbres diciendo: ‘En verdad, en verdad les digo: El que cree tiene vida eterna. Yo soy el Pan de la Vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y murieron. Este Pan que baja del Cielo es para que quien lo coma no muera. Yo soy el Pan Vivo bajado del Cielo. El que coma de este pan, vivirá eternamente. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día’." (Jn 6, 47-51a.54)

Padrenuestro, diez Avemarías, Gloria

Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Guía: Al dejarnos el regalo de su Cuerpo y Sangre en la Eucaristía, Jesús nos dejó también la esperanza en que no moriremos jamás. Sembró en nosotros la confianza de que si comemos su Cuerpo y bebemos su sangre, tendremos Vida Eterna. Vamos a manifestar nuestra confianza en la promesa de Jesús, respondiendo a cada oración: "En tí confiamos Señor".

- Porque Tú nos prometiste que quien come tu cuerpo y bebe tu sangre tiene Vida Eterna, te decimos...

- Porque todos los domingos nos das la oportunidad de comulgar, y de hacernos parte de Tí, te decimos...

- Porque tu misericordia dura para siempre, eres compasivo y lento para el enojo, te decimos...

- Porque en momentos de soledad y amargura levantamos nuestro grito al cielo y tenemos plena seguridad de tu presencia, Señor, te decimos...

- Porque sabemos que Tú nos resucitarás en el último día, te decimos...

- Porque quisiste quedarte entre nosotros hecho pan y vino para acompañarnos y darnos fuerza, te decimos...

- Porque nos prometiste que estarás con nosotros hasta el fin de los tiempos, te decimos...

Guía: Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El, que lo adoremos y que lo amemos. Cantamos: Vive Jesús, el Señor.

4º Misterio: Jesús nos anuncia que al comer su Cuerpo y beber su Sangre, nos hacemos uno con El, y El se hace uno con nosotros.

Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Guía: "En aquellos días, Jesús enseñaba a las muchedumbres diciendo: ‘Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Al igual que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.’." (Jn 6,55-57)

Padrenuestro, diez Avemarías, Gloria

Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Guía: Jesús nos enseñó que por medio de la Eucaristía nos hacemos uno con El, y El se hace uno con nosotros. Esto nos llena de alegría porque Dios mismo nos permite sentir su presencia dentro de nosotros, y esta alegría nos mueve a alabarlo desde lo más profundo de nuestro ser. Nos unimos a la alabanza respondiendo a cada oración: "Te alabamos Señor".

- Porque estás ahí presente en la Eucaristía, queremos decirte...

- Porque te haces uno con nosotros y nos permites ser uno contigo en la Eucaristía, queremos decirte...

- Porque por medio de la Eucaristía haces que todos seamos uno en la Iglesia, queremos decirte...

- Por el amor de tu entrega en la Cruz para salvarnos y darnos Vida Eterna, queremos decirte...

- Porque en los momentos de sufrimiento y de vacío en nuestra alma, Tú nos alimentas y nos das vida con el pan divino de la Eucaristía, queremos decirte...

- Porque contigo se alegra nuestro corazón, queremos decirte...

- Porque al recibirte inundas nuestras almas de una profunda alegría, queremos decirte...

- Porque al recibirte en la Eucaristía, sanas las heridas de nuestra alma, queremos decirte...

Guía: Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El, que lo adoremos y que lo amemos. Cantamos: Eucaristía.

5º Misterio: La institución de la Eucaristía en la Ultima Cena.

Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Guía: "Sabiendo Jesús que iba a ser entregado, reunió a los Doce para cenar. Mientras estaban comiendo, Jesús tomó pan y lo bendijo, lo partió, y dándoselo a sus discípulos dijo: ‘Tomen y coman, éste es mi Cuerpo’. Luego tomó una copa, y luego de dar gracias se las dio diciendo: ‘Beban todos de ella, porque esta es mi Sangre de la Alianza, que será derramada por muchos para el perdón de los pecados’. Y agregó: ‘Hagan esto en memoria mía’." (Mt 26,26-28; 1Cor 11,25)

Padrenuestro, diez Avemarías, Gloria

Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Guía: Al dejarnos su Cuerpo y su Sangre, Jesucristo nos hizo dos grandes regalos: primero, su presencia en nuestras vidas de una forma visible, como alimento, y segundo, la Vida Eterna, que es el regalo más grande que podría habernos hecho. Concientes de la maravilla de sus presentes, queremos darle gracias sinceramente. Lo hacemos, respondiendo a cada oración: "Gracias Señor"

- Porque al recibir tu Cuerpo y Sangre nos fortaleces en la fe, te decimos...

- Porque con tu Cuerpo revives nuestro espíritu, te decimos...

- Porque te ofreces cada domingo en la Eucaristía, te decimos...

- Por la fuerza que nos renuevas en cada Eucaristía, te decimos...

- Porque a pesar de nuestras miserias, te entregas a nosotros sin condiciones y con amor, te decimos...

- Porque en cada Misa nos esperas para regalarnos una vez más tu Cuerpo y tu Sangre, te decimos...

- Porque en cada Comunión, no miras nuestros pecados, sino nuestra fe, te decimos...

Guía: Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El, que lo adoremos y que lo amemos. Cantamos: Como Cristo nos amó.

Guía: Con el firme propósito de volver a visitar a Jesús que nos espera en el Sagrario, en cualquier momento libre que tengamos, vamos a terminar este Rosario Eucarístico cantando: Alabado sea el Santísimo Sacramento.

lunes, 14 de abril de 2025

Preparación para la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús - Día 11

Oraciones iniciales para todos los días

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque, pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén

Oración al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María tu amadísima Esposa (tres veces para glorificar la Santísima Trinidad).

Consagración a la Virgen María

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad!, guárdame y protégeme como hijo y posesión tuya. Amén.

Oración a San José (Papa León XIII)

A Vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y, después de invocar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio.

Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos volváis benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.

Proteged, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción; asistidnos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el poder de las tinieblas; y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora, defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad. Amén

Rosario del Sagrado Corazón de Jesús

En las cuentas grandes:

Te adoramos, oh Jesús, que fuiste afligido hasta el exceso en el Huerto, y que ahora todavía eres tan cruelmente ultrajado por los impíos en el Santísimo Sacramento. Reconocemos, ¡oh amable Salvador!, que Tú eres el solo Santo, el solo Señor y el solo Altísimo.

En las cuentas pequeñas:

V. Yo te adoro, Sacratísimo Corazón de Jesús.
R. Abrasa mi corazón en el divino amor en que te abrasas.

En vez del Gloria:

V. Jesús, manso y humilde de Corazón.
R. Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Al final del rosario se reza un Padrenuestro, un Ave María y la siguiente oración:

Jesucristo Dios que, por un inefable milagro de caridad, te dignaste entregar tu Corazón a los hombres a fin de ganar enteramente sus corazones, escucha nuestras humildes súplicas y perdona nuestros pecados, de los cuales nos reconocemos culpables delante de Ti; echa una mirada compasiva a todos aquellos a quienes consagras los afectos de tu tan amable Corazón. Ya que lloramos y detestamos de todo corazón los impíos ultrajes, los desprecios, burlas y sacrilegios con que hombres ingratos te ofenden en todas las partes del mundo; haz que honrándote dignamente en el adorable misterio de nuestros altares, estemos animados de los sentimientos de tu Corazón Sagrado, y que durante toda la eternidad alabemos dignamente el amor que nos ha tenido tu Divino Corazón. Te lo rogamos, a Ti que vives y reinas con el Padre y en unión del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Padre eterno, Dios de los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

A cada invocación responderemos: ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, 
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre, 
Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo de Dios,
Corazón de Jesús, de majestad infinita, 
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo, 
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo, 
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, 
Corazón. de Jesús, lleno de bondad y de amor, 
Corazón de Jesús, abismo de todas las Virtudes, 
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza, 
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, 
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad, 
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus complacencias,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, 
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, 
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia,
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, 
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, saciado de oprobios, 
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, 
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús; traspasado por una lanza, 
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación, 
Corazón de Jesús, Vida y resurrección nuestra, 
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, 
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, 
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren, 
Corazón de Jesús delicia de todos los santos, 

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

V Jesús manso y humilde de corazón.
R Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Oración

Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu amadísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te dio en nombre de los pecadores, y concede propicio el perdón a los que imploran tu misericordia, en nombre de tu mismo Hijo Jesucristo, que Contigo Vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

Meditación Correspondiente

DÍA 11 - Honra Mi Divino Corazón con homenajes espirituales.

Hijo, un día más de nuestro encuentro de amor. Un día más en que Mis Palabras encenderán en tu corazón un fuego de Amor Divino. Un día más en que Mi Mirada paternal arropa y cubre todo tu ser. Hoy, quiero pedirte que honres Mi Divino Corazón con los siguientes homenajes espirituales. 

UNO. La Consagración a Mi Sagrado Corazón. 

Conságrate a Mí, reconoce Mi Divina Realeza, ríndeme todos los tributos que como Rey y Soberano del mundo entero Me merezco. Libremente sométete al dulce Imperio de Mi Sagrado Corazón. 

La Consagración a Mi Sagrado Corazón te implica vivir como Yo viví en la tierra: amar y perdonar en extremo. 

La Consagración a Mi Sagrado Corazón te debe llevar a someter tu voluntad a Mi Divina Voluntad, para Yo poder operar en ti; para Yo poder actuar en tu vida de acuerdo a Mi Santo Querer. 

La Consagración a Mi Sagrado Corazón te debe impulsar a una reparación constante de tus pecados, a rendirme toda la adoración y la gloria que como Amo y Señor de tu vida Me merezco. 

La Consagración a Mi Sagrado Corazón te debe llevar a consagrar tu cuerpo, alma y espíritu a Mi Divino Corazón, para que todo tu ser Me pertenezca. 

La Consagración a Mi Sagrado Corazón debe despertar en ti ávidos deseos de santidad, de alcanzar la virtud a toda costa. 

La Consagración te hace apóstol de Mi Sagrado Corazón. Vivirás sólo para Mí, te moverás pensando en Mí. Todos tus actos tendrán su razón de ser, porque el ofrecimiento diario de tus acciones a Mi Divino Corazón, tomarán un nuevo aire. Todo, absolutamente todo lo que Me ofrezcas, lo que Me entregues, lo tomaré para Yo glorificarme en tu vida. 

La Consagración a Mi Sagrado Corazón te ha de llevar a dedicarte libremente a Mi servicio. Serás Mi esclavo; esclavo de Mi Divino Corazón. Una vez hayas terminado los 33 días de formación en la Escuela de Mi Sagrado Corazón, diariamente debes renovar tu Consagración. 

Consagración, que es un pacto de amor firmado con la tinta indeleble de Mi Sangre Preciosa. Pacto de amor, que te debe llevar a vivir en Dios, por Dios y para Dios. 

SEGUNDO. Actos de Reparación. 

Hijo, ante tanto amor que le he dado a las criaturas, tan solo recibo de ellas desprecios e ingratitudes. Mi Corazón es herido cruelmente, atormentado por los pecados de los hombres. 

Mi Corazón es traspasado por lanzas puntiagudas que Me lastiman y Me llevan a una profunda Agonía. Por eso, te pido hacer actos continuos de reparación a Mi Sagrado Corazón, desagraviando las injurias y los ultrajes que recibo de parte de muchos de Mis hijos. Busco víctimas de Mi Divino Corazón que con sus actos de reparación alivien Mi sufrimiento. 

Desde hoy, dame todo el amor que no recibo de los hombres. Desde hoy, proponte hacer de tu vida ofrenda de inmolación y reparación. Un acto de reparación a Mi Sagrado Corazón es óleo bendito que sana Mis Heridas. Es perfume celestial que invade el mundo de una fragancia sobrenatural que eclipsa los sentidos de los hombres. Un acto de reparación a Mi Sagrado Corazón es un gesto de bondad que tienen los hombres Conmigo. Te ha llegado la hora de devolverme, con amor, todo el Amor que te tengo. Por lo tanto, no te detengas, no vaciles en decirme sí. Quiero que seas apóstol de Mi Sagrado Corazón, y Me ayudes a enfervorizar las almas. 

TERCERO. Devoción a los 33 Años de Mi Vida mortal en la tierra. 

Hijo, hónrame, ríndeme todos los tributos que puedes a Mi Sagrado Corazón por Mis 33 años de Vida. Treinta y tres años, en que los latidos de Mi Sagrado Corazón palpitaron de Amor por todos los hombres. Y hoy, estos latidos continúan en la Hostia Consagrada, porque en Ella vivo, en Ella resido. Haz 33 propósitos en tu vida, escríbelos de manera confidencial. Luego ven, y léelos en Mi Presencia Eucarística. Después, deposítalos en un pequeño cofre a los pies de Mi Divino Corazón. Serán 33 pasos de adelanto en tu vida espiritual; serán 33 pasos que te llevarán a encontrarte Conmigo. Reza la siguiente Corona en Mi honor; Corona compuesta por 33 cuentas y cinco glorias para honrar los 33 años de Mi Vida y Mis Sagradas Llagas: Tomando la Cruz en tus manos, rezarás el Magníficat, por los primeros movimientos de Mi Sagrado Corazón; también por la unión de Mi Corazón con el Corazón de Mi Madre; por todas las alabanzas que juntos tributamos en la Santísima Trinidad. En los glorias, dirás el Padre Nuestro para tributar Mis Cinco Llagas. En las 33 cuentas dirás: «¡Oh!, Verdadero Adorador y Único Amador de Dios, ten piedad de nosotros.» Y Mi Divino Corazón se ensanchará de amor por ti; y Mi Divino Corazón arderá de amor por ti, traspasará tu corazón con Mis Rayos de Luz Divina. 
 
CUARTO. Hora Santa. 
 
Como amante de Mi Sagrado Corazón, te pido un sacrificio y desvelo de amor. Velad Conmigo todas las noches del jueves al viernes, de 11 a 12 de la noche, para reparar Mi sufrimiento por el abandono de los apóstoles durante estas horas de amargura de Mi Sagrada Pasión. Ofrece esta Hora Santa para aplacar a Divina Justicia y pedir Misericordia por todos los pecadores. Durante la Hora Santa, permanece en actitud de recogimiento, que tus sentidos estén fijos sólo en Mí. Durante la Hora Santa repara también, porque Mi Divino Corazón es herido, ultrajado y profanado en la Hostia Santa. Contempla los Misterios de Dolor, ofréceme el rezo del Santo Rosario, en reparación por todas las ofensas que recibe Mi Corazón por parte de muchas almas. Una vez, tu espíritu esté inmerso en adoración, contemplación y reparación, de rodillas, pídeme perdón y misericordia, y hazme un homenaje con las siguientes invocaciones: 
 
† Corazón de Jesús, desconocido y despreciado. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, calumniado y perseguido. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, traicionado y vendido a vil precio.
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, vituperado, acosado y condenado injustamente. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, vestido con traje de oprobio y vergüenza. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, abofeteado y burlado. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, arrastrado con la cuerda al cuello. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, azotado hasta derramar Sangre. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, pospuesto a Barrabás. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, despojado de Tus vestiduras. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, tratado por loco y poseso del demonio. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, coronado de espinas y saludado con mofa. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, cargado con la Cruz, entre las maldiciones del pueblo. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, abrumado de injurias, de dolores y de humillaciones. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, triste hasta la muerte. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, abatido, ultrajado y escarnecido. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, colgado de un infame madero, en compañía de ladrones. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, anonadado, deshonrado entre los hombres. 
—Ten piedad de mí. 
† Corazón de Jesús, agobiado de toda especie de Dolores. 
—Ten piedad de mí. 
 
Hijo, te estaré esperando cada noche del jueves para que consueles Mi Corazón, para que te unas a los Misterios de Mi Sagrada Pasión, y así Yo poder embellecer tu espíritu, hacer más radiante tu alma. Te concederé verdadero arrepentimiento de tus pecados, te mostraré el camino de Mi Divina Voluntad. 

Oraciones finales para todos los días

Consagración diaria al Sagrado Corazón de Jesús

Oh Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, os consagro toda mi vida y todo mi ser; desde el día de mi santo Bautismo, toda mi vida os pertenece. En el corazón Inmaculado de María, os consagro mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón. Os consagro mi entendimiento, mi memoria y mi voluntad, también la imaginación, toda alegría, todo sufrimiento, y toda mortificación; en una palabra, todo mi ser; y ya que en María, con María, por María y para María, soy todo vuestro; guardadme protegedme y dadme vuestro Sagrado Corazón, para toda mi vida y toda la eternidad. Amén.

Oración final

¡Oh, Corazón Divino de Jesús, digno de la adoración de los hombres y de los Ángeles! ¡Oh, Corazón inefable y verdaderamente amable! Digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes. Dame la gracia de reparar las injurias e ingratitudes proferidas a tu amante Corazón.

¡Oh, Corazón dulcísimo de Jesús! Yo te adoro con todas las fuerzas de mi corazón; te alabo y te ofrezco las alabanzas de todos los más amantes Serafines de la corte Celestial y todas las que pueda darte el Corazón de tu Santísima Madre. Amén.