sábado, 19 de octubre de 2024

Preparación para la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús - Día 5

Oraciones iniciales para todos los días

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque, pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén

Oración al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María tu amadísima Esposa (tres veces para glorificar la Santísima Trinidad).

Consagración a la Virgen María

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad!, guárdame y protégeme como hijo y posesión tuya. Amén.

Oración a San José (Papa León XIII)

A Vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y, después de invocar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio.

Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos volváis benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.

Proteged, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción; asistidnos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el poder de las tinieblas; y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora, defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad. Amén

Rosario del Sagrado Corazón de Jesús

En las cuentas grandes:

Te adoramos, oh Jesús, que fuiste afligido hasta el exceso en el Huerto, y que ahora todavía eres tan cruelmente ultrajado por los impíos en el Santísimo Sacramento. Reconocemos, ¡oh amable Salvador!, que Tú eres el solo Santo, el solo Señor y el solo Altísimo.

En las cuentas pequeñas:

V. Yo te adoro, Sacratísimo Corazón de Jesús.
R. Abrasa mi corazón en el divino amor en que te abrasas.

En vez del Gloria:

V. Jesús, manso y humilde de Corazón.
R. Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Al final del rosario se reza un Padrenuestro, un Ave María y la siguiente oración:

Jesucristo Dios que, por un inefable milagro de caridad, te dignaste entregar tu Corazón a los hombres a fin de ganar enteramente sus corazones, escucha nuestras humildes súplicas y perdona nuestros pecados, de los cuales nos reconocemos culpables delante de Ti; echa una mirada compasiva a todos aquellos a quienes consagras los afectos de tu tan amable Corazón. Ya que lloramos y detestamos de todo corazón los impíos ultrajes, los desprecios, burlas y sacrilegios con que hombres ingratos te ofenden en todas las partes del mundo; haz que honrándote dignamente en el adorable misterio de nuestros altares, estemos animados de los sentimientos de tu Corazón Sagrado, y que durante toda la eternidad alabemos dignamente el amor que nos ha tenido tu Divino Corazón. Te lo rogamos, a Ti que vives y reinas con el Padre y en unión del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Padre eterno, Dios de los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

A cada invocación responderemos: ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, 
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre, 
Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo de Dios,
Corazón de Jesús, de majestad infinita, 
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo, 
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo, 
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, 
Corazón. de Jesús, lleno de bondad y de amor, 
Corazón de Jesús, abismo de todas las Virtudes, 
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza, 
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, 
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad, 
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus complacencias,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, 
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, 
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia,
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, 
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, saciado de oprobios, 
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, 
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús; traspasado por una lanza, 
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación, 
Corazón de Jesús, Vida y resurrección nuestra, 
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, 
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, 
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren, 
Corazón de Jesús delicia de todos los santos, 

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

V Jesús manso y humilde de corazón.
R Haz mi corazón semejante al Tuyo.

Oración

Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu amadísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te dio en nombre de los pecadores, y concede propicio el perdón a los que imploran tu misericordia, en nombre de tu mismo Hijo Jesucristo, que Contigo Vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

Meditación Correspondiente

DÍA 5 - Prácticas en Honor a Mi Sagrado Corazón para todos los viernes, en
especial para todos los Primeros Viernes de cada mes. Parte I

Hijo, Mi mirada de Amor y de Misericordia la he puesto sobre ti. Por eso, te he llamado, te he sacado de las cosas del mundo para hacerte Mi discípulo; discípulo que día a día profundizará en la Ciencia Divina de Mi Sagrado Corazón. Quiero que camines siempre en dirección hacia Mí, jamás andes en retroceso. Hoy, quiero pedirte que abras tu corazón a Mis Palabras y te muevas de acuerdo a Mi Divina Voluntad. Como quieres ser apóstol de Mi Sagrado Corazón, los viernes dedícalos en Mi Amor. Trata de rendirme toda la gloria que como Dios Me merezco. Toma atenta nota de Mis consejos de amor. 

UNO. Al despertarte, ofréceme las acciones del día. Ve al Santísimo Sacramento del Altar y adórame, alábame, sumérgete en el silencio de Dios. El eco de Mi Voz penetrará en tu interior. Los latidos de tu corazón se acelerarán y experimentarás gozo de haberte encontrado Conmigo. Ofrecer a Mi Sagrado Corazón las acciones del día es caminar con paso firme y seguro. Ofrecer a Mi Sagrado Corazón las acciones del día es un acto de humildad, porque Soy el Rey de tu vida y tú eres Mi vasallo y esclavo. Ofrecer a Mi Sagrado Corazón las acciones del día es moverte de acuerdo a Mi Divina Voluntad. 

DOS. Haz una confesión sincera de todas tus culpas, especialmente aquellas culpas que has cometido en Mi Presencia Eucarística, porque exijo de todas las almas reverencia absoluta en el Adorable Misterio del Amor Divino. Ya que quieres ser apóstol de Mi Sagrado Corazón, visítame en el Sagrario. Que tu actitud sea una actitud de recogimiento y de adoración, porque Mi Sagrado Corazón arde de Amor por ti y por todos los hombres en la Hostia Consagrada. Una buena confesión purifica el corazón, limpia el alma de todo pecado. Una buena confesión aleja al demonio del alma, y lleva a ésta a la práctica heroica de la virtud. Una buena confesión lleva a las almas a caminar tras Mis huellas. 

TRES. Haz algunas meditaciones que hagan referencia acerca de Mi Sagrado Corazón. Sagrado Corazón que es Manantial de Amor para toda la humanidad. Sagrado Corazón que es un Horno Ardiente de Caridad, porque amo al pecador, le perdono en extremo sus debilidades. Sagrado Corazón que es Asilo de Salvación para todos los hombres. Pensando en ti, pensando en todas las almas que escucharán Mi Voz, Mi llamada de Amor, entrego en tus manos el diario espiritual; diario espiritual que es Escuela de Mi Sagrado Corazón. Porque quiero formarte, prepararte. Mi Sabiduría Divina descenderá sobre ti como lluvia fresca. Mi Sabiduría Divina habrá de penetrar en tus poros, en todo tu ser, para que seas creatura nueva. 

CUATRO. Comunión Reparadora. Hijo, cada viernes te estaré esperando para descender en lo profundo de tu corazón bajo las Especies Consagradas del Pan y del Vino. La Sagrada Comunión recibida con espíritu de fe y de reverencia obra milagros de amor en las almas. Los débiles se hacen fuertes; los incrédulos aceptan con humildad de corazón Mis Misterios Divinos. Los perezosos se hacen diligentes, los soberbios se hacen humildes. La Comunión Reparadora perfuma el alma con el Óleo bendito de Mis Sagradas Llagas. La Comunión Reparadora vierte en el corazón raudales de Gracia, de Misericordia. Una Comunión Reparadora es bálsamo de amor que cicatriza Mis Heridas. 

CINCO. Ofrece cada acto de tu vida como un acto de amor y de reparación. 

SEIS. Ofrece la Santa Misa en honor a Mi Sagrado Corazón. Si quieres caminar por el camino estrecho que te lleva al Cielo, conviértete de corazón, aléjate de las cosas del mundo. Muere al hombre terrenal, para que Mi Gloria y Mi Poder brillen en ti. La Santa Misa ha de ser en tu vida una santa obsesión. La Santa Misa es un gran Misterio de Amor. Misterio en el que el Cielo se junta con la tierra. Todos los apóstoles de Mi Sagrado Corazón han de ser asiduos a la Santa Misa. Misterio en el que reanudo Mi Sagrada Pasión. Hijo Mío, en este día, deja que Mis Palabras desciendan a tu corazón como viento suave. Que tu mirada esté puesta sólo en Mí. Sé que tienes otras ocupaciones, ve y cumple con tu deber. Mañana será otro día; día de bendición para ti porque te amo. Si fuese posible descendería de nuevo a la tierra para sufrir los mismos sufrimientos que padecí en Mi Sagrada Pasión. 

Oraciones finales para todos los días

Consagración diaria al Sagrado Corazón de Jesús

Oh Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, os consagro toda mi vida y todo mi ser; desde el día de mi santo Bautismo, toda mi vida os pertenece. En el corazón Inmaculado de María, os consagro mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón. Os consagro mi entendimiento, mi memoria y mi voluntad, también la imaginación, toda alegría, todo sufrimiento, y toda mortificación; en una palabra, todo mi ser; y ya que en María, con María, por María y para María, soy todo vuestro; guardadme protegedme y dadme vuestro Sagrado Corazón, para toda mi vida y toda la eternidad. Amén.

Oración final

¡Oh, Corazón Divino de Jesús, digno de la adoración de los hombres y de los Ángeles! ¡Oh, Corazón inefable y verdaderamente amable! Digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes. Dame la gracia de reparar las injurias e ingratitudes proferidas a tu amante Corazón.

¡Oh, Corazón dulcísimo de Jesús! Yo te adoro con todas las fuerzas de mi corazón; te alabo y te ofrezco las alabanzas de todos los más amantes Serafines de la corte Celestial y todas las que pueda darte el Corazón de tu Santísima Madre. Amén. 

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