lunes, 25 de marzo de 2024

Via Matris

Acto de contrición: Señor mío Jesucristo...

Acompañemos a la Virgen en este «Camino de la Madre Dolorosa», cuyo Corazón padeció por el rechazo que Cristo sufrió por parte de los hombres. Las estaciones del Vía Matris son etapas del camino de fe y dolor, en el que la Virgen María ha precedido a la Iglesia y que ésta deberá recorrer hasta el final de los tiempos.

V/. Oh Padre Eterno, que, por la muerte y resurrección de tu Hijo, estableciste la redención del género humano, concédenos la gracia de permanecer entre los hijos de adopción que Jesús en la Cruz confió a la Virgen de los Dolores. Por Jesucristo, nuestro Señor. 
R/. Amén.

Primera estación: En la primera estación, se contempla la profecía del santo anciano Simeón.

Considera, alma mía, el gran dolor de la Virgen Santísima al oír las tristes palabras que el anciano Simeón profetizó referentes a la Pasión y Muerte del Niño Jesús. ¡Oh, Madre afligida! Por el dolor con que fuiste tan atormentada en tu alma, te suplico me des lágrimas de verdadera contrición, para que sea meritoria la compasión que siento por tus dolores.

Avemaría y Gloria.

V/. Madre Dolorosa.
R/. Ruega por nosotros.

Segunda estación: En la segunda estación, se contempla la huida a Egipto.

Considera, alma mía, el agudo dolor de la Virgen María al recibir de san José el mensaje del ángel, que les pedía huir de noche a Egipto para salvar al Niño Dios de la matanza decretada por Herodes.
¡Oh, Madre afligida! Por el dolor que sentiste al huir con tu Hijo a Egipto, te suplico me des la gracia para huir siempre de las ocasiones de pecar.

Avemaría... V/. Madre Dolorosa...

Tercera estación: En la tercera estación, se contempla la pérdida de Jesús en el Templo.

Considera, alma mía, el intenso dolor de la Virgen María cuando vio que había perdido a su amado Hijo, por lo cual lo buscó durante tres días con inconsolable aflicción.
¡Oh, Madre afligida! Por el dolor que tuviste al perder a tu Hijo, te suplico me alcances la gracia para que lo busque hasta hallarlo en el templo de mi alma.

Avemaría... V/. Madre Dolorosa...

Cuarta estación: En la cuarta estación, se contempla el doloroso encuentro de la Virgen Santísima con su Hijo Divino.

Considera, alma mía, el agudísimo dolor de la Virgen María al encontrarse con su Divino Hijo, cuando llevaba la pesada Cruz hacia el monte Calvario, para ser crucificado en ella por nuestra salvación.
¡Oh, Madre afligida! Por el dolor con que viste a tu Hijo cargado con la Cruz, te suplico me des la gracia para seguirlo, llevando con paciencia la cruz de mis trabajos.

Avemaría... V/. Madre Dolorosa...

Quinta estación: En la quinta estación, se contempla la crucifixión y muerte de Jesús.

Considera, alma mía, el penetrante dolor de la Virgen María cuando vio a su Hijo clavado sobre el duro madero de la Cruz, muriendo al derramar su sangre de todo su sacratísimo cuerpo.
¡Oh, Madre afligida! Por el dolor con que viste crucificar a tu Divino Hijo, te suplico me concedas la gracia para que, mortificando mis pasiones, viva siempre crucificado con Cristo.

Avemaría... V/. Madre Dolorosa...

Sexta estación: En la sexta estación, se contempla el descendimiento de Jesús de la Cruz siendo depositado en los brazos de su Madre.

Considera, alma mía, el agudísimo dolor que traspasó el corazón de la Virgen María al recibir en sus brazos el cuerpo muerto de Jesús, cubierto de sangre y todo él destrozado.
¡Oh, Madre afligida! Por el dolor que recibiste al tener en tus brazos, llagado y destrozado, el cuerpo de tu Hijo, te suplico me alcances la gracia de recibirlo dignamente en la Sagrada Comunión.

Avemaría... V/. Madre Dolorosa...

Séptima estación: En la séptima estación, se contempla la sepultura de Jesús.

Considera, alma mía, los sollozos que exhalaría el corazón afligido de la Virgen María, al ver a su amado Jesús colocado en el sepulcro.
¡Oh, Madre afligida! Por el dolor que tuviste al dejar el cuerpo de tu Hijo en el sepulcro, te suplico me concedas la gracia para aborrecer el pecado y vivir muerto a los gustos del mundo.

Avemaría... V/. Madre Dolorosa...

Oremos: Señor Nuestro Jesucristo, te rogamos que la Bienaventurada Virgen María, tu Madre, cuya sacratísima alma fue traspasada por la espada del dolor en la hora de tu Pasión, sea nuestra intercesora, cerca de tu misericordia, ahora y en la hora de nuestra muerte. A Ti, Salvador del mundo, que con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

martes, 19 de marzo de 2024

Consagración de 30 dias a San Jose - Dia 20

ORACIONES INICIALES

La Señal de la Cruz

ACTO DE CONTRICION

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.

Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.

Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

ROSARIO A SAN JOSE

Contemplar los ocho misterios: 

1. El anuncio del ángel de que lo concebido en María es obra del Espíritu Santo.
2. La búsqueda de posada en Belén.
3. El nacimiento del niño Jesús en Belén.
4. La presentación del niño Jesús en el templo ofreciendo un par de tórtolas o dos palomas.
5. La huida a Egipto con Jesús y con María.
6. El Regreso de la sagrada familia a Nazaret
7. La perdida y hallazgo del niño Jesús en el templo
8. La Gloriosa muerte de San José, en brazos de Jesús y de María.

Rezar 7 veces en cada misterio (En honor a los 7 dolores y 7 gozos de San Jose)

V/ San José, custodio y protector de los corazones unidos y traspasados de Jesús y de María. 
R/ Inflama mi corazón para que en él solo reine, mi Dios, Jesús, como reinó en tu santo Corazón.

En vez de Gloria:

V/Jesús, José y María 
R/ les doy el corazón y el alma mía. 

Al final del Rosario, rezar 3 veces:

V/ San José, modelo y patrono de los amantes del Sagrado corazón de Jesús. 
R/Ruega por nosotros.

LETANIAS A SAN JOSE

Señor, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Cristo, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Señor, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Cristo, óyenos. CRISTO, ÓYENOS.
Cristo, escúchanos. CRISTO, ESCÚCHANOS 
Dios, Padre celestial, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Dios Hijo, Redentor del mundo, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Dios Espíritu Santo, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Santa Trinidad, un solo Dios, TEN PIEDAD DE NOSOTROS

R. RUEGA POR NOSOTROS

-Santa María,
-San José
-Ilustre descendiente de David
-Luz de los patriarcas
-Esposo de la Madre de Dios
-Custodio purísimo de la Virgen, 
-Nutricio del Hijo de Dios
-Diligente defensor de Cristo
-Jefe de la Sagrada Familia
-José justo
-José casto
-José prudente
-José fuerte
-José obediente
-José fiel
-Espejo de paciencia
-Amante de la pobreza
-Modelo de obreros
-Gloria de la vida doméstica
-Custodio de vírgenes
-Sostén de las familias
-Consuelo de los desdichados
-Esperanza de los enfermos
-Patrono de los moribundos
-Terror de los demonios
-Protector de la santa Iglesia 

-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, 
R. PERDÓNANOS, SEÑOR.

-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, 
R. ESCÚCHANOS, SEÑOR.

-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, 
R. TEN PIEDAD DE NOSOTROS.

V. Lo nombró administrador de su casa. 
R. Y señor de todas sus posesiones.

MEDITACIÓN DEL DÍA

DÍA 20: AFLICCION QUE SENTÍ CUANDO EL ÁNGEL ME DIJO EN UN SUEÑO QUE HUYERA CON EL NIÑO Y SU MADRE A EGIPTO; PORQUE HERODES BUSCARÍA AL NIÑO PARA QUITARLE LA VIDA
 
“Hijo, qué privilegiado eres; Jesús te ha llamado, ha pronunciado tu nombre, ha tocado tu corazón y ha despertado en ti un deseo de cambio, una búsqueda insaciable de alcanzar el cielo. Si quieres una vida interior profunda: mantente en oración, con tu espíritu en vela,; porque el demonio espera el momento más propicio para tentarte y llevarte al pecado; apartarte del camino de la salvación para después, destruirte, acabar contigo, dominar tu mente y tu voluntad. 
 
Aprende a desconfiar de ti mismo; aún, no estás lo suficientemente maduro en tu vida espiritual; aún sientes apegos que te impiden el perfecto desprendimiento de las cosas y de las criaturas; aún, debes sanar tus recuerdos porque algunas veces permaneces anclado a tu pasado. Ya es la hora de despertar ordena tu vida según los principios del evangelio, identifícate con la iglesia y huye de las filosofías llamativas y extrañas que te pueden desviar de la verdad. Hoy quiero hacerte partícipe de la aflicción que sentí, cuando el ángel me dijo, en un sueño, que huyera con el niño y su madre a Egipto; porque Herodes buscaría al Niño para quitarle la vida.
 
En medio de la inquietud y de la tristeza emprendimos el viaje; nos pusimos bajo la protección de Dios, confiamos en su infinito poder; convencidos de que nada nos sucedería, iniciamos la marcha. Teníamos la firme convicción de que sus planes no serían truncados, todo estaba en orden a su perfecta y Divina Voluntad. Hoy quiero decirte, hijo mío, que cuando un alma se abandona totalmente en Dios: Él la guía y la protege, la cuida como a las niñas de sus ojos. No te desesperes ante las situaciones aparentemente inciertas, no pierdas la ruta del camino que Dios te tiene señalado, recórrelo sin temor a sufrir ningún daño; Dios cuidará de ti porque le perteneces”.

ORACION FINAL

ORACION FINAL

¡Oh celestial José! Por el corazón de Jesús y el de María, por tu mismo corazón, te ruego que tomes un especial cuidado por la santificación de mi alma. Te pido que tú mismo seas mi director, mi guía, mi padre y modelo en la vida espiritual, en el camino de la perfección, para que imitando tus virtudes obtengas mi felicidad eterna. Amén.

Consagración de 30 dias a San Jose - Dia 19

ORACIONES INICIALES

La Señal de la Cruz

ACTO DE CONTRICION

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.

Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.

Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

ROSARIO A SAN JOSE

Contemplar los ocho misterios: 

1. El anuncio del ángel de que lo concebido en María es obra del Espíritu Santo.
2. La búsqueda de posada en Belén.
3. El nacimiento del niño Jesús en Belén.
4. La presentación del niño Jesús en el templo ofreciendo un par de tórtolas o dos palomas.
5. La huida a Egipto con Jesús y con María.
6. El Regreso de la sagrada familia a Nazaret
7. La perdida y hallazgo del niño Jesús en el templo
8. La Gloriosa muerte de San José, en brazos de Jesús y de María.

Rezar 7 veces en cada misterio (En honor a los 7 dolores y 7 gozos de San Jose)

V/ San José, custodio y protector de los corazones unidos y traspasados de Jesús y de María. 
R/ Inflama mi corazón para que en él solo reine, mi Dios, Jesús, como reinó en tu santo Corazón.

En vez de Gloria:

V/Jesús, José y María 
R/ les doy el corazón y el alma mía. 

Al final del Rosario, rezar 3 veces:

V/ San José, modelo y patrono de los amantes del Sagrado corazón de Jesús. 
R/Ruega por nosotros.

LETANIAS A SAN JOSE

Señor, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Cristo, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Señor, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Cristo, óyenos. CRISTO, ÓYENOS.
Cristo, escúchanos. CRISTO, ESCÚCHANOS 
Dios, Padre celestial, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Dios Hijo, Redentor del mundo, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Dios Espíritu Santo, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Santa Trinidad, un solo Dios, TEN PIEDAD DE NOSOTROS

R. RUEGA POR NOSOTROS

-Santa María,
-San José
-Ilustre descendiente de David
-Luz de los patriarcas
-Esposo de la Madre de Dios
-Custodio purísimo de la Virgen, 
-Nutricio del Hijo de Dios
-Diligente defensor de Cristo
-Jefe de la Sagrada Familia
-José justo
-José casto
-José prudente
-José fuerte
-José obediente
-José fiel
-Espejo de paciencia
-Amante de la pobreza
-Modelo de obreros
-Gloria de la vida doméstica
-Custodio de vírgenes
-Sostén de las familias
-Consuelo de los desdichados
-Esperanza de los enfermos
-Patrono de los moribundos
-Terror de los demonios
-Protector de la santa Iglesia 

-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, 
R. PERDÓNANOS, SEÑOR.

-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, 
R. ESCÚCHANOS, SEÑOR.

-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, 
R. TEN PIEDAD DE NOSOTROS.

V. Lo nombró administrador de su casa. 
R. Y señor de todas sus posesiones.

MEDITACIÓN DEL DÍA

DÍA 19: GOZO Y ALEGRÍA QUE TUVE, AL OÍR DE SIMEÓN QUE ESTE NIÑO SERÍA REMEDIO, SALUD Y RESURRECCIÓN DE MUCHOS
 
“Hijo, quiero que mi carpintería sea un refugio de amor para ti, un lugar muy especial en tu vida; porque siempre me encontrarás, siempre estaré disponible para escucharte, tomar en mis manos tus necesidades e interceder por ti ante el trono de mi Divino Hijo. Conserva siempre la paz en tu corazón, confía siempre en la misericordia de Dios; discierne, bajo la luz del Espíritu Santo, cuál es el camino que debes andar; jamás tomes decisiones precipitadas; no puedes cometer errores que te lleven al fracaso, a la tristeza. Ora y pídele a Jesús que te ilumine, que te muestre el sendero de su Divina Voluntad, los pecados que hieren su Sagrado Corazón. 
 
Prométele no volver a ofenderle, has recibido tanto de Él. Te ha llegado el momento de demostrarle tu amor ; sé agradecido, por todas las gracias que te ha concedido ; búscalo con mucha frecuencia en el sagrario ; Sagrario que es el Tabor en el que tu ser será transfigurado, tu alma será iluminada con la luz de Dios; algo nuevo ocurrirá en ti, un gran milagro que te llevará a ver con otros ojos la vida, a pensar de manera diferente a los demás ; a añorar la patria celestial para reposar por toda la eternidad, bajo los pies de Jesús y de María.
 
 Tuve gran gozo y alegría, al oír de Simeón que este Niño sería remedio, salud y Resurrección de muchos. Estas mismas palabras van dirigidas para ti; suéltate del yugo que te oprime y corre tras las huellas de Jesús, no postergues tu decisión, arriésgate y sírvele a Él únicamente; el mundo cambiará el día que los hombres se arrodillan ante Dios, le reconozcan su soberanía y realeza. Opta por Jesús, experimenta su amor y su misericordia, reconoce que sin Él eres nada; tu proyecto de vida se verá truncado, no prosperarás porque las bendiciones sólo provienen de Él y las distribuye a todos los que le aman”.

ORACION FINAL

ORACION FINAL

¡Oh celestial José! Por el corazón de Jesús y el de María, por tu mismo corazón, te ruego que tomes un especial cuidado por la santificación de mi alma. Te pido que tú mismo seas mi director, mi guía, mi padre y modelo en la vida espiritual, en el camino de la perfección, para que imitando tus virtudes obtengas mi felicidad eterna. Amén.

Consagración al Triunfo del Inmaculado Corazón de María - Dia 18

ORACIONES INICIALES

La Señal de la Cruz

ACTO DE CONTRICION

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.

Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.

Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

CORONILLA DE VIRTUDES

«Queridos míos: estas oraciones son para obtener las virtudes. Se empieza con el Credo, luego sigue la Consagración a Mi Corazón Inmaculado y después el Ángelus. Posteriormente se reza la virtud seguida por el Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la oración al Espíritu Santo. Después se recita la siguiente virtud y así se contemplan las siete virtudes: Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia, Perseverancia y Obediencia.

EL CREDO

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN

Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra.Amén

EL ÁNGELUS

V. El ángel de Señor anunció a María.
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Ave María……

V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.

Ave María……

V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.

Ave María……

V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén

MEDITACION DEL DIA

DECIMO OCTAVO DÍA

«El centro de mi misión es traer todos los corazones a un estado de unidad; unidad es ser UN corazón, tener la mente puesta solamente en la imitación de mi Inmaculado Corazón, este es el camino a la santidad que mi Jesús perfeccionó en mí. Vengo a traerles todo lo que fue creado en mí y todo lo que yo aprendí; amen sólo lo que es santo y bueno y no sucumban ante la idea de pecar.

Les digo que para alcanzar la más profunda paz y el amor de Dios, hay que dar la vida por la luz de esta misión; la unidad es el Espíritu de mi triunfo y la luz de mi misión es la paz, el cumplimiento de este plan de gracia divina está en la conversión de los corazones y ésta es la respuesta que yo les pido».

Mensaje de N.S. Medjugorje Agosto 10 de 1993

Guía: Jesús escogió a Nuestra Señora como compañera inseparable de su vida, de su muerte y de su poder en el Cielo y sobre la tierra; según su majestad, Él le dio a Ella por medio de la gracia todos los derechos y privilegios del Reino. Por medio de esta unión celestial y por su puesto en la Trinidad, Jesús concede a Nuestra Señora las gracias divinas de compartir completamente todo lo de Él y en igual medida, este es el objeto de la Inmaculada Concepción.

Dirección: Busca alegría en tu consagración; cuando te humillen y te traten como último, cuando seas objeto de ridículo y tratado como tonto, cuando seas censurado aunque sea sin motivo no trates de excusarte, no busques ser excusado por otros, no pongas obstáculos cuando otros revelen tus faltas, cuando recibas una humillación no busques de quien viene; y si lo descubres, ten cuidado de no reprochárselo y no demuestres que lo sabes, al contrario, inclúyelo en tus oraciones por los demás, busca una unión humilde con Dios.

Responde con la gracia de tu consagración a ser como uno en la misión de Nuestra Señora. El triunfo de su Corazón Inmaculado en nosotros sólo se podrá encontrar cuando tú te consideres como nada, porque es entonces cuando Dios llevará tu alma hasta las alturas de una sagrada unión.

Meditación: ¡Oh Inmaculado Corazón de María!, te pido tu intercesión para obtener la gracia de la humildad para mi alma; para que reconociendo la grandeza de la obra de Dios en mí pueda yo humillarme ante su presencia. Madre querida, ayúdame en los tiempos de persecución, ridiculez y ofensas para que yo pueda ofrecer los sufrimientos de mi alma por la gracia de tu triunfo; que pueda ofrecerte una mente ingenua para que mi consagración sea más provechosa a tu Inmaculado Corazón.

Ruego para que cada sufrimiento me traiga conocimientos al Divino plan de Dios para su triunfo, y que el Reino del Sagrado Corazón de tu Hijo pueda llegar a la culminación por medio de la consagración de cada corazón unido a través del tuyo.

«Si os insultan por el nombre de Cristo, felices ustedes; por que el Espíritu que comunica la gloria descansa sobre ustedes» (1 Pedro 4:14)

CORONILLA DE VIRTUDES

Para pedir:

1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de Perseverancia
7.Virtud de la Obediencia

Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:

1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu Santo

Oración al Espíritu Santo: 

Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de Dios. Amén
 
ORACIONES FINALES
 
¡OH MARÍA!
 
«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día».
 
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS

Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme; Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean». Amén

lunes, 18 de marzo de 2024

Consagración al Triunfo del Inmaculado Corazón de María - Dia 17

ORACIONES INICIALES

La Señal de la Cruz

ACTO DE CONTRICION

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.

Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.

Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

CORONILLA DE VIRTUDES

«Queridos míos: estas oraciones son para obtener las virtudes. Se empieza con el Credo, luego sigue la Consagración a Mi Corazón Inmaculado y después el Ángelus. Posteriormente se reza la virtud seguida por el Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la oración al Espíritu Santo. Después se recita la siguiente virtud y así se contemplan las siete virtudes: Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia, Perseverancia y Obediencia.

EL CREDO

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN

Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra.Amén

EL ÁNGELUS

V. El ángel de Señor anunció a María.
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Ave María……

V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.

Ave María……

V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.

Ave María……

V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén

MEDITACION DEL DIA

DECIMO SEPTIMO DÍA

«Ángel mío: La culminación de mi triunfo estará a la altura de la respuesta de mis hijos; te digo que vendrá como el viento. No verás de qué dirección viene, ni cuán cerca o lejos está, solo sentirás su roce y oirás su voz; tienes que estar listo».

Mensaje de N.S. Medjugorje Agosto 3 de 1993

Guía: Sin la consagración es imposible que florezcan nuestras almas en la relación de Diós y Nuestra Señora, hasta el grado donde Él desea.

Quien se niegue a Nuestra Señora nunca podrá alcanzar la altura hasta donde Dios desea llevarla; estas gracias que vienen de Dios son dadas con la intención de que sean aceptadas únicamente dentro de la unión que Él ha creado. El alma se formará en Jesús y Jesús dentro del alma, porque la cámara de los sacramentos divinos está en el seno de Nuestra Señora, donde Jesús y todos los elegidos han sido formados. Esta es la razón por la cual nos comprometemos a la consagración a Nuestra Señora: para establecer más perfectamente la consagración de nuestros corazones a su Hijo.

Dirección: Para ocupar nuestro lugar en el triunfo de Nuestra Señora, nosotros debemos ser como las diez vírgenes que esperan la llegada del novio; debemos esperar con las lámparas llenas de aceite y estar listos en estado de gracia para la llegada de su triunfo; mantengámonos fuertes en esta batalla final por la paz del mundo. Cuando los golpes de la persecución nos alcancen, demos el ejemplo y permanezcamos imperturbables y alcemos en alto nuestra espada de la verdad para alumbrar el camino de los que buscan en la oscuridad. Para los consagrados a su Corazón Inmaculado todo es ocasión de mérito y consuelo.

Meditación: ¡Oh Inmaculado Corazón de María!, ayúdame para que mi alma nunca contradiga la voluntad de Dios; permíteme esperar con la lámpara encendida la llegada de tu triunfo. Querida Madre, yo deseo corresponder a los deseos de Dios así como Tú lo has hecho siempre; haz que las llamas de amor que consumieron la vida de mi Jesús en el altar de la Cruz, vengan y tomen posesión de mi Corazón entero; concédeme que esté envuelto solamente en tu amor y que solo suspire por amarte más. Todo lo espero por la intercesión de tu corazón; ¡Oh Virgen Santísima!

«Guárdame en tu corazón como tu sello»
(Cantar de los cantares 8:6)

CORONILLA DE VIRTUDES

Para pedir:

1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de Perseverancia
7.Virtud de la Obediencia

Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:

1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu Santo

Oración al Espíritu Santo: 

Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de Dios. Amén
 
ORACIONES FINALES
 
¡OH MARÍA!
 
«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día».
 
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS

Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme; Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean». Amén

Rosario de la Divina Providencia

Al inicio: sujetando la cruz, rezar el:

Credo
Padre Nuestro
3 Ave Marías

intercalándolas con la siguiente jaculatoria

“Dios provee, Dios Proveerá: Su misericordia no faltará”

En las cuentas del Padre Nuestro:

Providencia Santísima del eterno, omnipotente y misericordioso Dios, que todo has provisto y proveerás para nuestro bien, provee todas nuestras necesidades. Así creo. Así espero. Hágase siempre tu Santísima voluntad. Amén.

En las cuentas del Ave María:

Providencia santísima, provéenos.

En el final: rezar Salve Reina.

(Colocar la intención por el cual se está rezando este rosario apenas en pensamiento, o decirla con las propias palabras o simplemente tenerla en el corazón mientras se reza el rosario. Algunas sugerencias de oración.)

Providencia santísima, provee la unidad de mi familia.
Providencia santísima, provee la paz en mi hogar.
Providencia santísima, provéeme de un empleo que necesito.
Providencia santísima, provéeme de la salud a mi, a mi marido, a mi esposa.
Providencia santísima, provee la cura de… (decir el nombre y la enfermedad).
Providencia santísima, provee un buen camino y buenas amistades para mis hijos.
Providencia santísima, provee la liberación de… (decir el nombre).
Providencia santísima, provee el aumento de mi fe (conversión) o la fe (conversión de…)
Providencia santísima, provéeme la gracia de perdonar a quien me hirió, maltrato u ofendió (decir el nombre de la persona o de las personas a quién necesito perdonar).

miércoles, 13 de marzo de 2024

Novena a Nuestra Señora del Rosario de San Nicolas

Nuestra Señora del Rosario de San Nicolas pide en uno de sus mensajes que la novena se inicie el 17 de cada mes para terminar el 25.

ORACIÓN PREPARATORIA

¡Oh Madre y clementísima Virgen del Rosario! Vos que plantasteis en la Iglesia, por medio de vuestro privilegiado hijo Domingo, el místico árbol del Santo Rosario, haced que abracemos todos tu santa devoción y gocemos su verdadero espíritu; de suerte que aquellas místicas rosas sean en nuestros labios y corazón, por los pecadores medicina y por los justos aumento de gracia. Amén.

Consideración del día
Pedir aquí con confianza la gracia que se desea obtener con esta novena.

PRIMER DÍA

“Dios te salve”.

¡Cuanto mi alma se alegra, amadísima Virgen, con los dulces recuerdos que en mi despierta esta salutación! Se llena de gozo mi corazón al decir el “Ave María”, para acompañar el gozo que llenó Vuestro espíritu al escuchar de boca del Ángel, alegrándome de la elección que de Vos hizo el Omnipotente para darnos el Señor. Amén. 

Recitar las oraciones finales

SEGUNDO DÍA

¡“María” nombre santo!

Dignaos, amabilísima Madre, sellar con vuestro nombre el memorial de las súplicas nuestras, dándonos el consuelo de que lo atienda benignamente vuestro Hijo Jesús, para que alcancemos aburrimiento grande a todas las vanidades del mundo, firme afición a la virtud, y ansias continuas de nuestra eterna salvación. Amén.

Recitar las oraciones finales

TERCER DÍA

“Llena eres de gracia”.

¡Dulce Madre! Dios os salve, María, sagrario riquísimo en que descansó corporalmente la plenitud de la Divinidad: a vuestros pies se presenta desnuda mi pobre alma, pidiendo la gracia y amor de Dios, con el que fuisteis enriquecida, haciéndote llena de virtud, llena de santidad, y llena de gracia. Amén.

Recitar las oraciones finales

CUARTO DÍA

“El Señor es contigo”.

¡Oh, Santísima Virgen! Aquel inmenso Señor, que por su esencia se halla con todas las cosas, está en Vos y con Vos por modo muy superior. Madre mía venga por Vos a nosotros. Pero ¿como ha de venir a un corazón de tan poca limpieza, aquel Señor, que para hacernos habitación suya, quiso con tal prodigio, que no se perdiese, siendo Madre vuestra virginidad? ¡Oh! muera en nosotros toda impureza para que habite en nuestra alma el Señor. Amén.

Recitar las oraciones finales

QUINTO DÍA

“Bendita Tu eres entre todas las mujeres”

Vos sois la gloria de Jerusalén: Vos la alegría de Israel: Vos el honor del pueblo santo de Dios. Obtenga por vuestra intercesión nuestro espíritu la más viva fe, para considerar y adorar con vuestro santo Rosario las misericordias que en Vos y por Vos hizo el Hijo de Dios. Amén.

Recitar las oraciones finales

SEXTO DÍA

“Bendito es el fruto de tu vientre Jesús”.

Lloro, oh Madre mía, que haya yo hecho tantos pecados, sabiendo que ellos hicieron morir en cruz a vuestro Hijo. Sea el fruto de mi oración, que no termine nunca de llorarlos, hasta poder bendecir eternamente aquel purísimo fruto de vuestro vientre. Amén.

Recitar las oraciones finales

SEPTIMO DÍA

“Santa María, Madre de Dios”.

No permitáis se pierda mi alma comprada con el inestimable precio de la sangre de Jesús. Dadme un corazón digno de Vos, para que amando el recogimiento, sean mis delicias obsequiaros con el santo Rosario, adorando con él a vuestro Hijo, por lo mucho que hizo para nuestra redención, y por lo que os ensalzó, haciéndote Madre suya. Amén.

Recitar las oraciones finales

OCTAVO DÍA

“Ruega por nosotros pecadores”.

¡Madre de piedad! A Vos solo dijo aquel Rey soberano de la gloria: Vos sois mi Madre. Alcanzadme humildad y plena confianza, dispuesto de este modo, con el auxilio de Dios, a recibir los favores de la Divina misericordia, por los méritos de vuestro Hijo y Redentor nuestro. Amén.

Recitar las oraciones finales

NOVENO DÍA

“Ahora, y en la hora de nuestra muerte”,

estamos siempre expuestos a perder la gracia de Dios. Haced que no se aparte de mi memoria al último momento de la vida, que habrá de ser decisivo de mi eterna suerte. ¡Oh Madre de piedad! concededme el consuelo de morir bajo la vuestra protección y en el amor de mi Jesús. Amén.

Recitar las oraciones finales

ORACIONES FINALES

Rezar tres Avemarías y Glorias en reverencia a las tres prerrogativas de la Santísima Virgen:

Hija de Dios Padre,
Madre de Dios Hijo y
Esposa de Dios Espíritu Santo.

¡Oh Santísima Virgen, Madre de Dios, dulce refugio y consuelo piadoso de todos los afligidos! Por aquella confianza y autoridad de Madre con que podéis presentar nuestros ruegos al que es árbitro soberano de nuestro bien empeñad una y otra en favor nuestro. Conseguidnos el reformar con el Santo Rosario nuestras vidas, estudiando en tan dulce libro la fiel imitación de vuestro Hijo Jesús, hasta que podamos adorarlo y amarlo por todos los siglos de los siglos. Amén.

Novena a Rosa Mistica

Se recomienda rezarla durante los trece primeros días de mes que es cuando la Virgen pide oraciones especiales y ofrece gracias especiales.

Rosa Mystica, Madre de la Divina Gracia. Bendita Tú eres porque diste a la humanidad a tu Divino Hijo Jesucristo, autor de la Gracia. 

(Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)

Rosa Mystica, Bendita Tú eres porque tu Divino hijo nos alcanzó la gracia muriendo en la cruz, cooperando Tú con Él en ese momento, cuando una espada de dolor traspasó tu alma. 

(Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)

Rosa Mystica, Madre nuestra, vuelve tu amante mirada sobre todos los hombres. A Ti clamamos y suplicamos que nos obtengas las gracias que nos confieren el bautismo, la penitencia y los demás Sacramentos. 

(Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)

Rosa Mystica, Madre de la Divina Gracia, haz que todos lleguemos a la casa del Padre Celestial, ya que todos somos hijos tuyos e hijos de Dios. Te ruego mires mi alma, tan pobre e indigna y cuides de ella. 

(Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)

Rosa Mystica, Tú que das a quien quieres y das cuando y como quieres, yo confío en ti y te abro mi corazón. Haz irradiar tu luz en mi alma y que tu maternal amor con fuerza misericordiosa abrase mi corazón y lo llene de alegría, humildad y paz. 

(Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)

Rosa Mystica, Tú que como Madre tienes mayor preocupación por los necesitados de tu socorro, yo te imploro en todas mis necesidades espirituales y corporales, y ahora muy especialmente te suplico me concedas esta gracia que te pido? (hacer petición) 

(Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)

Rosa Mystica, Tú que eres Madre de Jesucristo y Madre de la Divina Gracia, Tú que eres Madre de la Misericordia y Madre de la Vida, Tú que eres nuestra Madre bondadosa y nuestra esperanza, enciérrame en tu Corazón Inmaculado y escúchame. 

(Padre Nuestro, Avemaría y Gloria) Amén.

Rosa Mystica, ruega a Jesús por nosotros. (3 veces) y rezar 1 Salve.

Acto de Desagravio compuesto por S.S Pio XI

¡Oh dulcísimo Jesús, cuyo inmenso amor a los hombres no ha recibido en pago, de los ingratos, más que olvido, negligencia y menosprecio! Vednos postrados ante vuestro altar, para reparar, con especiales homenajes de honor, la frialdad indigna de los hombres y las injurias con que, en todas partes, hieren vuestro amantísimo Corazón.

Mas recordando que también nosotros alguna vez nos manchamos con tal indignidad de la cual nos dolemos ahora vivamente, deseamos, ante todo, obtener para nuestras almas vuestra divina misericordia, dispuestos a reparar, con voluntaria expiación, no sólo nuestros propios pecados, sino también los de aquellos que, alejados del camino de la salvación y obstinados en su infidelidad, o no quieren seguiros como a Pastor y Guía, o, conculcando las promesas del Bautismo, han sacudido el suavísimo yugo de vuestra ley.

Nosotros queremos expiar tan abominables pecados, especialmente la inmodestia y la deshonestidad de la vida y de los vestidos, las innumerables asechanzas tendidas contra las almas inocentes, la profanación de los días festivos, las execrables injurias proferidas contra vos y contra vuestros Santos, los insultos dirigidos a vuestro Vicario y al Orden Sacerdotal, las negligencias y horribles sacrilegios con que es profanado el mismo Sacramento del amor y, en fin, los públicos pecados de las naciones que oponen resistencia a los derechos y al magisterio de la Iglesia por vos fundada.

¡Ojalá que nos fuese dado lavar tantos crímenes con nuestra propia sangre! Mas, entretanto, como reparación del honor divino conculcado, uniéndola con la expiación de la Virgen vuestra Madre, de los Santos y de las almas buenas, os ofrecemos la satisfacción que vos mismo ofrecisteis un día sobre la cruz al Eterno Padre y que diariamente se renueva en nuestros altares, prometiendo de todo corazón que, en cuanto nos sea posible y mediante el auxilio de vuestra gracia, repararemos los pecados propios y ajenos y la indiferencia de las almas hacia vuestro amor, oponiendo la firmeza en la fe, la inocencia de la vida y la observancia perfecta de la ley evangélica, sobre todo de la caridad, mientras nos esforzamos además por impedir que seáis injuriado y por atraer a cuantos podamos para que vayan en vuestro seguimiento.

¡Oh benignísimo Jesús! Por intercesión de la Santísima Virgen María Reparadora, os suplicamos que recibáis este voluntario acto de reparación; concedednos que seamos fieles a vuestros mandatos y a vuestro servicio hasta la muerte y otorgadnos el don de la perseverancia, con el cual lleguemos felizmente a la gloria, donde, en unión del Padre y del Espíritu Santo, vivís y reináis, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

Rosario de las Santas Llagas de Nuestro Señor Jesucristo

PROMESAS PARA QUIEN MEDITE Y PROPAGUE
LA DEVOCIÓN A LAS SANTAS Y GLORIOSAS LLAGAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Sor María Marta Chambón recibió estas promesas insuperables, desbordantes. Su vida en pleno siglo XX, es un preludio de las apariciones de la Virgen María en Fátima (Portugal) y por tanto, es una tabla de salvación que el Redentor nos ofrece, junto con la devoción a la Divina Misericordia.

1. Con cada palabra que se pronuncie en el Rosario de las Santas Llagas, dejaré que una gota de Mi Sangre caiga sobre el alma de un pecador.

2. Cada vez que se ofrezcan a Mi Padre los méritos de Mis Divinas Llagas, ganaréis una inmensa fortuna.

3. Las almas que hayan contemplado y honrado Mi Corona de espinas en la tierra, serán mi Corona de Gloria en el Cielo.

4. Concederé todo lo que se Me pida por medio de la invocación de Mis Santas Llagas. Todo lo obtendréis porque es a través de los méritos de mi Preciosísima Sangre, que es infinito. Con Mis Llagas y Mi Divino Corazón lo podéis obtener todo.

5. De mis Llagas proceden frutos de santidad. Como el oro purificado en el crisol se vuelve más hermoso, así pondréis vuestras almas y las de vuestros seres queridos en Mis Llagas Sagradas. Allí se perfeccionarán como el oro en el crisol. Siempre os podréis purificar en Mis Llagas.

6. Mis Llagas repararán las vuestras. Mis Llagas cubrirán todas vuestras faltas. Aquellos que las honren tendrán un verdadero conocimiento de Jesucristo. Meditando sobre ellas siempre encontraréis un Amor nuevo. Mis Llagas taparán todos vuestros pecados.

7. Meted vuestras acciones en Mis Llagas y serán de gran valor. Todas vuestras acciones, incluso la más pequeña, empapada en Mi Sangre, adquirirá sólo con ella un mérito infinito y complacerá a Mi Corazón.

8. Ofreciendo mis Llagas por la conversión de los pecadores, aunque los pecadores no se conviertan, tendréis los mismos méritos ante Dios que si lo hiciesen.

9. Cuando tengáis algún problema, algún sufrimiento, ponedlo rápidamente en Mis Llagas y el dolor será aliviado.

10. Esta aspiración deberá repetirse a menudo cerca de los enfermos; “Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de tus Santas Llagas”. Esta oración calmará el alma y el cuerpo.

11. Un pecador que diga la siguiente oración obtendrá la conversión: “Padre Eterno, os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las de nuestras almas”.

12. No habrá muerte para el alma que expire en Mis Llagas; ellas dan la verdadera vida.

13. Este Misterio es un cortafuegos de Mi Justicia; retiene Mi venganza.

14. Aquellos que recen con humildad y mediten sobre Mi Pasión, participarán un día en la Gloria de Mis Divinas Llagas.

15. Cuanto más contempléis Mis Dolorosas Llagas en esta Tierra, más alta será vuestra contemplación en el Cielo.

16. El alma que en vida haya honrado las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo y las haya ofrecido al Padre Eterno por las almas del Purgatorio, estará acompañada en el momento de su muerte por la Santísima Virgen y los Ángeles; y Nuestro Señor en la Cruz, en Su esplendente Gloria, la recibirá y coronará.

17. Las invocaciones a las Santas Llagas obtendrán una incesante victoria para la Iglesia.

FORMA DE REZAR ESTE ROSARIO

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición:

1.-  Oh Jesús, Redentor Divino, sed misericordioso con nosotros y con el mundo entero. Amén
2.-  Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, tened misericordia de nosotros y del mundo entero. Amén
3.-  ¡Perdón! ¡Misericordia, Jesús mío!; durante los presentes peligros cubridnos con vuestra preciosa sangre. Amén
4.- Padre Eterno, tened piedad y misericordia por la Sangre de Jesucristo vuestro Hijo único; tened piedad y misericordia de nosotros, os lo suplicamos. Amén, Amén, Amén.

En las cuentas grandes del Rosario:

En lugar del Padrenuestro, se reza la jaculatoria:

Padre Eterno, yo os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para curar las llagas de nuestras almas.

En las cuentas pequeñas del Rosario:
En lugar de las 10 Avemarías, se repite 10 veces la jaculatoria:

Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de Vuestras Santas Llagas.

Al terminar el Rosario se repite tres veces:

Padre Eterno, yo os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las de nuestras almas.

Oración a la Virgen Dolorosa

Oh Madre afligida, Oh corazón virginal desgarrado, por las llagas de tu hijo, dígnate admitir este pequeño recuerdo de sus sufrimientos en unión con lo que tu misma has padecido. Ofrezco este homenaje a tu hijo Jesús y por tu santa y poderosísima intercesión espero que mis oraciones y suplicas sean escuchadas por Él. Amén.

Se recomienda finalizar rezando tres Aves Marías

MEDITACIÓN DE CADA UNA DE LAS SANTAS Y GLORIOSAS LLAGAS

Se recomiendan en cada uno de los misterios del Rosario.

Al estar de rodillas ante Vuestra sagrada imagen, oh Salvador mío, mi conciencia me dice que yo he sido él que os ha clavado en la cruz, con estas mis manos, todas las veces que he cometido un pecado mortal.

Dios mío, mi amor y mi todo, digno de toda alabanza y amor, viendo como tantas veces me has colmado de bendiciones, me pongo de rodillas, convencido de que aún puedo reparar mis injurias con que te he ofendido. Al menos te puedo compadecer, puedo darte gracias por todo lo que has hecho por mí. Perdóname, Señor mío. Por eso con el corazón y con los labios digo:

A LA LLAGA DEL PIE IZQUIERDO

Santísima llaga del pie izquierdo de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir aquella pena dolorosa. Os doy gracias, oh Jesús de mi alma, porque habéis sufrido tan atroces dolores para detenerme en mi carrera al precipicio, desangrándote a causa de las punzantes espinas de mis pecados.

Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad para resarcir mis pecados, que detesto con sincera contrición.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de pereza, omisión, faltas de caridad especialmente con los más pobres.

 A LA LLAGA DEL PIE DERECHO

Santísima llaga del pie derecho de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por aquel amor que sufrió tan atroces dolores, derramando sangre para castigar mis deseos pecaminosos y andadas en pos del placer. Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad, y le pido la gracia de llorar mis transgresiones y de perseverar en el camino del bien, cumpliendo fidelísimamente los mandamientos de Dios.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de la envidia, celos, rivalidades y rencores.

A LA LLAGA DEL SACRATÍSIMO COSTADO

Santísima llaga del Sacratísimo costado de mi Jesús, os adoro. Me duele, Jesús de mi vida, ver como sufristeis tan gran injuria. Os doy gracias, oh buen Jesús, por el amor que me tenéis, al permitir que os abrieran el costado, con una lanzada y así derramar la última gota de sangre, para redimirme.
Ofrezco al Eterno Padre esta afrenta y el amor de vuestra santísima Humanidad, para que mi alma pueda encontrar en vuestro Corazón traspasado un seguro refugio.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de ira, avaricia y lujuria.

A LA LLAGA DE LA MANO IZQUIERDA

Santísima llaga de la mano izquierda de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, porque por vuestro amor me habéis librado a mí de sufrir la flagelación y la eterna condenación, que he merecido a causa de mis pecados.
Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude a hacer buen uso de mis fuerzas y de mi vida, para producir frutos dignos de la gloria y vida eterna y así desarmar la justa ira de Dios.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de la gula, para que nos liberes de la glotonería, ansiedad y desenfreno al comer y beber, y nos libres sobre todo del alcoholismo.

A LA LLAGA DE LA MANO DERECHA

Santísima llaga de la mano derecha de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por haberme abrumado de beneficios y gracias, y eso a pesar de mi obstinación en el pecado.

Ofrezco al Eterno Padre la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude para hacer todo para mayor honra y gloria de Dios.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de mentira, engaño y falsedad, por la ceguera espiritual que nos lleva a la hipocresía y al fraude.

A LA LLAGA DEL HOMBRO

Oh amabilísimo Jesús, manso cordero de Dios, a pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero la llaga causada por el peso de tu cruz, que abriendo vuestras carnes desnudó los huesos de vuestro hombro sagrado, de la cual vuestra madre dolorosa tanto se compadeció.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de murmuración, crítica, calumnia, chisme, difamación y juicios temerarios.

A LA LLAGA DE LA CABEZA

Señor mío crucificado adoro la llaga de tu santa cabeza por el dolor que en ellas sufriste, y la sangre que derramaste te ruego que me concedas constancia en servirte a ti y los demás. Así sea.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de soberbia, desconfianza y temores, los cuales siguen penetrando hoy la cabeza de Cristo.

Coronilla a la Llaga mas Dolorosa de Jesus

Rezar con las cuentas del Santo Rosario pero remplazar las palabras por estas:

En las cuentas del Padre Nuestro: 

“Padre Celestial, te ofrezco la Llaga de tu Divino Hijo Jesucristo, en expiación de nuestros pecados Y los del mundo entero”

En las cuentas chicas: 

“En honor a la Llaga de tu Hombro y Por sus méritos, Jesús y María os amo salvad las almas”

En las tres últimas cuentas rezar un Padrenuestro y tres Avemarías,

En honor -dice Jesús- al dolor de mi Madre causado por verme sufrir tanto, y en honor a su corazón Inmaculado dolorido por tanto pecado, también rezad por mis pobres descarriados, recen con mucha fe y confianza. 

Rosario de Lágrimas de la Santísima Virgen María

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos señor Dios, nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Padre nuestro...
Ave María...
Credo...

Palabras de la Virgen:
 “Os hago una invitación, rezad el Santo Rosario de las Lágrimas y Sangre, que inicia así: 

Oración Inicial

Jesús crucificado: Postrados a Tus pies, Te ofrecemos las "Lágrimas y Sangre" de aquella, que Te acompaña con tierno amor y compasión en Tu vía-crucis, Concédenos la gracia, Oh buen Maestro, de tomar a pecho las enseñanzas contenidas en las "lágrimas y sangre" de Tu Santísima Madre, para cumplir Tu voluntad de tal manera, que un día seamos dignos, de alabarte y glorificarte por toda la eternidad. Amén.

Luego se anuncia cada MISTERIO así: 

“En el primer misterio de los Dolores de la Virgen (o Alegrías de la Virgen) se contempla (iniciando por el 1°...)” y después rezamos: 

En las Cuentas del Padre Nuestro se reza:

Oh Jesús mío, mira las lágrimas y sangre de aquella, que te tenía el amor más grande en la tierra y Te ama con el amor más fervoroso en el cielo.

En las cuentas del Ave María se reza siete veces:

Oh Jesús escucha nuestros ruegos por las "lágrimas y sangre" de Tu Santísima Madre.

Después de cada misterio se reza:

“Tus Lágrimas y Sangre, Oh madre Dolorosa, destruyan el reino del infierno. Por tu divina mansedumbre, Oh encadenado Jesús, guarda al mundo de los errores amenazantes. Amén”

Luego comenzamos con el segundo dolor y así sucesivamente.

Al final de los siete misterios o corona se reza tres veces:

“Oh Jesús mío, mira las lágrimas y sangre de aquella, que tenía el amor más grande en la tierra y Te ama con el amor más fervoroso en el Cielo.”

Oración final:

Oh María, Madre amorosa, Madre de los dolores y Madre de la misericordia te suplicamos, reúne tus ruegos con los nuestros, para que Jesús, a quién nos dirigimos, en el nombre de tus “Lágrimas y Sangre” maternas, escuche nuestra súplica concediéndonos con la gracia que te pedimos la corona de la vida eterna. Amén

Tus "Lágrimas y sangre", Oh Madre dolorosa, destruya el reino del infierno. Por tu Divina mansedumbre, Oh encadenado Jesús, guarda al mundo de los errores amenazantes.

Jaculatorias:

¡Corazón de Jesús Crucificado, Fuente de Amor y de Perdón, por Vuestra Mansedumbre Divina renovad la faz de la Tierra y Reinad en nuestros corazones!

¡Oh Virgen Dolorosísima, Vuestras Lágrimas derrumben el imperio infernal!

CONSAGRACION A LA VIRGEN MARIA:

“Yo infiel, renuevo y confirmo hoy, en tus manos, Oh inmaculada Virgen María, mis promesas bautismales. Yo renuncio por siempre a Satanás, a sus pompas y a sus obras y me entrego del todo a Jesucristo, la Sabiduría humana, para llevar mi cruz en pos de Él todos los días de mi vida y para que le sea más fiel de lo que fui hasta ahora. Te elijo hoy, Oh María, en presencia de toda la corte celestial por Madre y Señora mía. Te entrego y consagro plenamente como propiedad tuya mi cuerpo y mi alma, mis facultades interiores y exteriores y hasta los méritos de todas mis buenas obras pasadas, presentes y futuras, dejándote el pleno derecho de disponer sobre mí y sobre todos los míos, sin exceptuar nada, conforme a tu beneplácito para la mayor gloria de Dios por el tiempo y toda la eternidad. Amén.”

ORACION POR SANACION INTERIOR:

“Jesús, manso y humilde de corazón, ardientemente te suplico que hagas mi corazón semejante al tuyo. Dame la gracia de ir adquiriendo progresivamente un corazón desprendido y vacío, manso y paciente. Dame la gracia de sentirme bien en el silencio y el anonimato. Líbrame del miedo al ridículo, del temor al fracaso. Aleja de mi corazón la tristeza. Hazme libre, fuerte y alegre. Que nada pueda perturbar mi paz ni asustarme. Que mi corazón no siente necesidad de autosatisfacciones y pueda yo dormir todos los días en el lecho de la paz. Revísteme de dulzura y paciencia, mansedumbre y fortaleza, suavidad y vigor, madurez y serenidad. Y los que me ven, te vean, Jesús. Amén.”

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN (Se rezan los días Martes y Viernes).

1° misterio: La profecía del anciano Simeón: “... Una espada atravesará tu corazón”. (Lc 2, 33-35)
2° misterio: La sagrada familia huye a Egipto. (Mt 2, 13-14)
3° misterio: El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2, 41-52)
4° misterio: María se encuentra con su hijo Jesús en el camino de la cruz. (Lc 23, 27-31)
5° misterio: La crucifixión y muerte de su hijo Jesús. (Lc 23, 44-45)
6° misterio: Jesús es bajado de la Cruz y es puesto en brazos de su madre. (Jn 19, 33-34 y Lc 23, 53-56)
7° misterio: Jesús es colocado en el Sepulcro y soledad de María. (Jn 19, 41-42)

LAS SIETE ALEGRIAS DE LA VIRGEN (Se rezan los días Lunes, Miércoles, Jueves, Sábados y Domingos).

1° misterio: La anunciación del Arcángel Gabriel a la Virgen y encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)
2° misterio: La visitación de la Santísima Virgen a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)
3° misterio: El nacimiento del Niño Jesús en Belén. (Lc 2, 6-7)
4° misterio: Unos magos de Oriente adoran al niño Jesús en Belén. (Mt 2, 9-10)
5° misterio: María y José encuentran al niño Jesús en el Templo. (Lc 2, 46)
6° misterio: Jesús resucita victorioso de la muerte y se aparece a los suyos. (Jn 20, 1-10. 19-20)
7° misterio: La Asunción de la Santísima Virgen a los Cielos y coronada como reina y primicia de la humanidad redimida. (Ap 12, 1)

Promesas del Sagrado Corazón de Jesús a los que recen diariamente el Rosario de las Lágrimas de Sangre 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Marcos Tadeu, Jacareí, Brasil

“En este día, 6 de marzo de 2005, Nuestro Señor Jesucristo hizo 10 Promesas para los que rezaren el Rosario de las Lágrimas de Sangre de Nuestra Señora todos los días. Oigamos las Promesas del Sagrado Corazón:

No morirán de muerte violenta.
No conocerán el fuego del infierno.
No serán flagelados por la miseria.
No conocerán las llamas del Purgatorio.
No morirán sin antes recibir el Perdón de Dios.
Serán confortados por Mi Madre en persona en la agonía.
Serán trasladados por Ella y colocados al lado de Su Trono de Reina del Cielo.
Ocuparán el Coro de los Mártires como si hubiesen sido de hecho en la Tierra.
No se condenarán las almas de sus parientes hasta la cuarta generación.
En el Paraíso seguirán a Mi Madre por toda parte y tendrán un conocimiento, una felicidad singular, que otros que no habían rezado el Rosario de las Lágrimas de Mi Madre no tendrán.

Promesas de María Santísima

Pondré paz en sus familias.
Serán iluminados en los Divinos Misterios.
Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
Les daré cuanto me pidan con tal que no se oponga a la voluntad de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y los protegeré en todos los instantes de sus vidas.
Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte: verán el rostro de su Madre.

He conseguido de mi Divino Hijo que los que PROPAGUEN ESTA DEVOCIÓN (a mis lágrimas y dolores) sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna DIRECTAMENTE, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos “su Eterna consolación y alegría”.