miércoles, 13 de marzo de 2024

Rosario de Lágrimas de la Santísima Virgen María

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos señor Dios, nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Padre nuestro...
Ave María...
Credo...

Palabras de la Virgen:
 “Os hago una invitación, rezad el Santo Rosario de las Lágrimas y Sangre, que inicia así: 

Oración Inicial

Jesús crucificado: Postrados a Tus pies, Te ofrecemos las "Lágrimas y Sangre" de aquella, que Te acompaña con tierno amor y compasión en Tu vía-crucis, Concédenos la gracia, Oh buen Maestro, de tomar a pecho las enseñanzas contenidas en las "lágrimas y sangre" de Tu Santísima Madre, para cumplir Tu voluntad de tal manera, que un día seamos dignos, de alabarte y glorificarte por toda la eternidad. Amén.

Luego se anuncia cada MISTERIO así: 

“En el primer misterio de los Dolores de la Virgen (o Alegrías de la Virgen) se contempla (iniciando por el 1°...)” y después rezamos: 

En las Cuentas del Padre Nuestro se reza:

Oh Jesús mío, mira las lágrimas y sangre de aquella, que te tenía el amor más grande en la tierra y Te ama con el amor más fervoroso en el cielo.

En las cuentas del Ave María se reza siete veces:

Oh Jesús escucha nuestros ruegos por las "lágrimas y sangre" de Tu Santísima Madre.

Después de cada misterio se reza:

“Tus Lágrimas y Sangre, Oh madre Dolorosa, destruyan el reino del infierno. Por tu divina mansedumbre, Oh encadenado Jesús, guarda al mundo de los errores amenazantes. Amén”

Luego comenzamos con el segundo dolor y así sucesivamente.

Al final de los siete misterios o corona se reza tres veces:

“Oh Jesús mío, mira las lágrimas y sangre de aquella, que tenía el amor más grande en la tierra y Te ama con el amor más fervoroso en el Cielo.”

Oración final:

Oh María, Madre amorosa, Madre de los dolores y Madre de la misericordia te suplicamos, reúne tus ruegos con los nuestros, para que Jesús, a quién nos dirigimos, en el nombre de tus “Lágrimas y Sangre” maternas, escuche nuestra súplica concediéndonos con la gracia que te pedimos la corona de la vida eterna. Amén

Tus "Lágrimas y sangre", Oh Madre dolorosa, destruya el reino del infierno. Por tu Divina mansedumbre, Oh encadenado Jesús, guarda al mundo de los errores amenazantes.

Jaculatorias:

¡Corazón de Jesús Crucificado, Fuente de Amor y de Perdón, por Vuestra Mansedumbre Divina renovad la faz de la Tierra y Reinad en nuestros corazones!

¡Oh Virgen Dolorosísima, Vuestras Lágrimas derrumben el imperio infernal!

CONSAGRACION A LA VIRGEN MARIA:

“Yo infiel, renuevo y confirmo hoy, en tus manos, Oh inmaculada Virgen María, mis promesas bautismales. Yo renuncio por siempre a Satanás, a sus pompas y a sus obras y me entrego del todo a Jesucristo, la Sabiduría humana, para llevar mi cruz en pos de Él todos los días de mi vida y para que le sea más fiel de lo que fui hasta ahora. Te elijo hoy, Oh María, en presencia de toda la corte celestial por Madre y Señora mía. Te entrego y consagro plenamente como propiedad tuya mi cuerpo y mi alma, mis facultades interiores y exteriores y hasta los méritos de todas mis buenas obras pasadas, presentes y futuras, dejándote el pleno derecho de disponer sobre mí y sobre todos los míos, sin exceptuar nada, conforme a tu beneplácito para la mayor gloria de Dios por el tiempo y toda la eternidad. Amén.”

ORACION POR SANACION INTERIOR:

“Jesús, manso y humilde de corazón, ardientemente te suplico que hagas mi corazón semejante al tuyo. Dame la gracia de ir adquiriendo progresivamente un corazón desprendido y vacío, manso y paciente. Dame la gracia de sentirme bien en el silencio y el anonimato. Líbrame del miedo al ridículo, del temor al fracaso. Aleja de mi corazón la tristeza. Hazme libre, fuerte y alegre. Que nada pueda perturbar mi paz ni asustarme. Que mi corazón no siente necesidad de autosatisfacciones y pueda yo dormir todos los días en el lecho de la paz. Revísteme de dulzura y paciencia, mansedumbre y fortaleza, suavidad y vigor, madurez y serenidad. Y los que me ven, te vean, Jesús. Amén.”

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN (Se rezan los días Martes y Viernes).

1° misterio: La profecía del anciano Simeón: “... Una espada atravesará tu corazón”. (Lc 2, 33-35)
2° misterio: La sagrada familia huye a Egipto. (Mt 2, 13-14)
3° misterio: El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2, 41-52)
4° misterio: María se encuentra con su hijo Jesús en el camino de la cruz. (Lc 23, 27-31)
5° misterio: La crucifixión y muerte de su hijo Jesús. (Lc 23, 44-45)
6° misterio: Jesús es bajado de la Cruz y es puesto en brazos de su madre. (Jn 19, 33-34 y Lc 23, 53-56)
7° misterio: Jesús es colocado en el Sepulcro y soledad de María. (Jn 19, 41-42)

LAS SIETE ALEGRIAS DE LA VIRGEN (Se rezan los días Lunes, Miércoles, Jueves, Sábados y Domingos).

1° misterio: La anunciación del Arcángel Gabriel a la Virgen y encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)
2° misterio: La visitación de la Santísima Virgen a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)
3° misterio: El nacimiento del Niño Jesús en Belén. (Lc 2, 6-7)
4° misterio: Unos magos de Oriente adoran al niño Jesús en Belén. (Mt 2, 9-10)
5° misterio: María y José encuentran al niño Jesús en el Templo. (Lc 2, 46)
6° misterio: Jesús resucita victorioso de la muerte y se aparece a los suyos. (Jn 20, 1-10. 19-20)
7° misterio: La Asunción de la Santísima Virgen a los Cielos y coronada como reina y primicia de la humanidad redimida. (Ap 12, 1)

Promesas del Sagrado Corazón de Jesús a los que recen diariamente el Rosario de las Lágrimas de Sangre 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Marcos Tadeu, Jacareí, Brasil

“En este día, 6 de marzo de 2005, Nuestro Señor Jesucristo hizo 10 Promesas para los que rezaren el Rosario de las Lágrimas de Sangre de Nuestra Señora todos los días. Oigamos las Promesas del Sagrado Corazón:

No morirán de muerte violenta.
No conocerán el fuego del infierno.
No serán flagelados por la miseria.
No conocerán las llamas del Purgatorio.
No morirán sin antes recibir el Perdón de Dios.
Serán confortados por Mi Madre en persona en la agonía.
Serán trasladados por Ella y colocados al lado de Su Trono de Reina del Cielo.
Ocuparán el Coro de los Mártires como si hubiesen sido de hecho en la Tierra.
No se condenarán las almas de sus parientes hasta la cuarta generación.
En el Paraíso seguirán a Mi Madre por toda parte y tendrán un conocimiento, una felicidad singular, que otros que no habían rezado el Rosario de las Lágrimas de Mi Madre no tendrán.

Promesas de María Santísima

Pondré paz en sus familias.
Serán iluminados en los Divinos Misterios.
Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
Les daré cuanto me pidan con tal que no se oponga a la voluntad de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y los protegeré en todos los instantes de sus vidas.
Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte: verán el rostro de su Madre.

He conseguido de mi Divino Hijo que los que PROPAGUEN ESTA DEVOCIÓN (a mis lágrimas y dolores) sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna DIRECTAMENTE, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos “su Eterna consolación y alegría”. 

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