miércoles, 6 de marzo de 2024

Oraciones con Indulgencias Plenarias

La Iglesia concede Indulgencia Plenaria  a muchos actos piadosos y de caridad. Entre los más frecuentes están:

-La Iglesia concede a cualquier sacerdote dar la bendición papal a los enfermos graves que hayan recibido los Sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía o, al menos, la Unción de los Enfermos. Con esta bendición se concede la Indulgencia total.

-Adoración al Santísimo Sacramento, al menos durante media hora.

-Lectura de la Sagrada Escritura a modo de lectura espiritual, al menos media hora.

-Rezo del Santo Viacrucis.

-Rezo de cinco misterios del Santo Rosario en una iglesia u oratorio público, o en familia, o en una comunidad religiosa, o en una asociación piadosa.

-Recibiendo la bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad de Roma y a todo el mundo) que da el Papa el día de su elección, en Navidad y en Pascua. Como se concede al mundo entero, es válida al participar devotamente en la celebración por medio de la televisión.

-Visita a un cementerio los días 1 al 8 de noviembre y rezando por los difuntos. Esta Indulgencia es aplicable sólo a las almas del Purgatorio.

-Participación devota en la adoración de la cruz en la ceremonia de la Muerte del Señor el Viernes Santo.

-Durante los viernes de Cuaresma, rezar ante una imagen de Cristo, después de comulgar, la oración "Miradme, oh mi amado y buen Jesús..."

Miradme, Oh mi amado y buen Jesús

Mírame, oh mi amado y buen Jesús! en tu presencia me postro de rodillas, y con el mayor fervor de mi alma te pido y suplico que imprimas en mi Corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados, y propósito firmísimo de enmendarme, mientras con gran afecto y dolor considero y contemplo en mi alma tus cinco llagas, teniendo ante mis ojos aquello que ya el Profeta David ponía en tus labios acerca de ti:

"Han taladrado mis manos y mis pies, y han podido contar todos mis huesos." Amén

-Recitación piadosa del bellísimo himno Eucarístico "Tantum ergo..." después de la misa del Jueves Santo o en la celebración del Corpus Christi.

Tantum ergo

Honremos, pues, echados por tierra, tan divino Sacramento; y queden desechados, pues vino el cumplimiento, los ritos del Antiguo Testamento. Y si el sentido queda pasmado de tanta y nueva cosa, lo que él no puede, pueda, ose lo que él no osa, la fe determinada y animosa.

Gloria al Omnipotente, y al gran Engendrador y al Engendrado y al inefablemente de entrambos inspirado, igual alabanza, igual honor sea dado. Amén.

-Recitación pública del "Veni, Creator..." himno en honor ", del Espíritu Santo el 1° de enero o el día de Pentecostés.

Veni Creator

Ven Espíritu creador; Visita las almas de tus fieles. Llena de la divina gracia los corazones que Tú mismo has creado. Tú eres nuestro consuelo, don de Dios altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú el dedo de la mano de Dios, Tú el prometido del Padre, pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.

Enciende con tu luz nuestros sentidos, infunde tu amor en nuestros corazones y con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra frágil carne.

Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto tu paz, siendo Tú mismo nuestro guía evitaremos todo lo que es nocivo. Por Ti conozcamos al Padre y también al Hijo y que en Ti, que eres el Espíritu de ambos, creamos en todo tiempo. Gloria a Dios Padre y al Hijo que resucitó de entre los muertos, y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos. Amén.

-Visitar una Iglesia Parroquial o la Catedral el día de su fiesta patronal y el 2de agosto (Indulgencia de la Porciúncula).

-Renovación de las promesas bautismales en la Vigilia Pascual o en el aniversario del propio bautismo.

-Visitar alguna de las cuatro Basílicas Mayores de Roma el día que elija el fiel, una vez al año.

-Asistir a ejercicios espirituales al menos por tres días completos.

-El día que se recibe la Primera Comunión o cuando se asiste a una.

-Al celebrar un nuevo sacerdote su Primera Misa o los fieles que asisten a ella.

-Recitación del "Te-Deum..." antiguo himno del siglo V atribuido a San Ambrosio en acción de gracias el día último del año.

Te-Deum

A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos. A ti, eterno Padre, te venera toda la creación. Los ángeles todos, los cielos y todas las potestades te honran. Los querubines y serafines te cantan sin cesar: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Los cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu gloria. A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles, la multitud admirable de los profetas, el blanco ejército de los mártires. A ti la Iglesia santa, extendida por toda la tierra, te proclama: Padre de inmensa majestad, Hijo único y verdadero, digno de adoración, Espíritu Santo, Defensor. Tú eres el Rey de la gloria, Cristo. Tú eres el Hijo único del Padre. Tú, para liberar al hombre, aceptaste la condición humana sin desdeñar el seno de la Virgen. Tú, rotas las cadenas de la muerte, abriste a los creyentes el reino del cielo. Tú te sientas a la derecha de Dios en la gloria del Padre. Creemos que vendrás como juez. Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos, a quienes redimiste con tu preciosa sangre. Haz que en la gloria eterna nos asociemos a tus santos. Salva a tu pueblo, Señor, y bendice tu heredad. Sé su pastor y ensálzalo eternamente. Día tras día te bendecimos y alabamos tu nombre para siempre, por eternidad de eternidades. Dígnate, Señor, en este día guardarnos del pecado. Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. En ti, Señor, confié, no me veré defraudado para siempre. 

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